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Una primera mitad cómoda y plácida se cerraba con un doblete de Luis
Suárez y un tercer gol de Agger. Una holgada renta que sentenciaba el
choque a la media hora de juego dejando al QPR más hundido en el abismo
de la tabla clasificatoria. Los londinenses apenas mostraron oposición
ante los 'reds' que tuvieron al resolutivo ariete uruguayo como uno de
sus jugadores más destacados.
Tanto el Queens Park Rangers como Liverpool acudían a Loftus Road
con más dudas que buen juego. El colista de la tabla contra la eterna
apuesta de los de Anfield por alcanzar el título liguero, un reto que
parece disiparse cada año antes de lo previsto. Además, el QPR ha
firmado el dudoso récord de firmar el peor arranque de un equipo en la
Premier League. Es decir, ambos querían cerrar con una sonrisa un año
para olvidar. Y con esa idea saltaron los pupilos del ausente Brendan
Rodgers al centenario feudo de la capital.
A pesar de la
temporada gris del Liverpool, el hecho de contar en sus filas con uno de
los mejores jugadores del mundo como el uruguayo Luis Suárez asegura
goles y eso es lo que hizo el charrúa a los 10' cuando superaba en
velocidad a los centrales de los 'Hoops' con una facilidad pasmosa, la
misma con la que colocaba raso el balón lejos de los guantes del
brasileño Julio César.
Cinco minutos más tarde, otra
incorporación de Suárez por banda derecha, libre de marca, permitía que
el ex jugador de Nacional y Ajax pudiera elegir el destinatario de un
pase que caía rebotado de nuevo a su zurda para que el 'pistolero'
sumara su decimosexta muesca en la cartuchera de esta campaña, en todas
las competiciones. Parecía la noche idónea para que el oriental
engordara su cuenta anotadora.
El resultado y la bisoñez de la
defensa blanquiazul, a pesar de la veteranía de los zagueros, invitaban a
que el Liverpool se pegara un festín en Londres. Una teoría que tomaba
cuerpo cuando el danés Agger se elevaba a los 27' para picar el cuero a
la esquina de la meta del cancerbero brasileño. El farolillo rojo
recibía otro revés, el tercero de la tarde.
El conjunto de
Merseyside encontraba una autopista por la banda derecha. Johnson,
Suárez y Gerrard no tenían piedad del franco-senegalés Traoré que se
veía desboradado ante la llegada de tanto efectivo por su costado. Los
minutos se iban a hacer largos para un rendido QPR. La cara del
entrenador Harry Redknapp reflejaba la incredulidad e impotencia ante
otro fiasco.
El hambre de Luis Suárez y la posibilidad de
conseguir un hat-trick servían como motivación para el ataque de los
visitantes en la segunda mitad. Los 'Hoops' habían reorganizado su
esquema, con tres centrales y un medio defensivo para evitar la sangría,
un esquema que llegaba algo tarde.
Los blanquiazules respiraban
con la entrada de Esteban Granero y con la relajación del cuadro
visitante que parecía llegar al área del QPR con el freno de mano
echado. El Liverpool se mostraba cauto y respetuoso, con el trabajo
realizado pero sin ganas de reabrir la herida del colista que se animaba
a atacar con el individualista marroquí Adel Taarabt y el camerunés
M'Bia. Pero el partido no daba para más.
El 0-3 de los primeros
45 minutos era definitivo gracias a la brillante actuación del uruguayo
Luis Suárez, con un doblete, que cierra el año futbolístico para un
Liverpool que no quiere caminar por la zona templada de la
clasificación. El tiempo dirá si los 'reds' mejoran su trayectoria, una
racha que tiene que cambiar mucho para que el QPR no se convierta antes
de tiempo en conjunto de la League Championship. Un 2012 que termina y
que ha sido un 'annus horribilis' para los dos equipos.
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