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Se encontraba el Liverpool un partido muy fácil sobre el papel en
la 4ª ronda de la FA Cup. Visitaban Boundary Park, el campo del Oldham
Athletic, equipo de League One, el equivalente a la Segunda División B
de nuestro país. Una de las bellezas del torneo más antiguo del mundo es
el sorteo puro y a un solo partido que puede deparar encuentros entre
grandes de la Premier en fases tempranas, o el efecto matagigantes de
equipos débiles sorprendiendo al rival más fuerte.
Con esa idea arrancaron los locales, afincados en la ciudad de
Oldham, Greater Manchester. Si no fuera por la diferencia abismal de
calidad y recursos, podríamos hablar de un duelo con mucha intensidad,
dados los matices regionales tan característicos en Inglaterra, dónde
siempre es más satisfactorio vencer a tu vecino de barrio que al vigente
campeón de liga.
Marcaron el primer gol los locales a los dos minutos desatando la
euforia y presagiando otro revolcón más a la Premier. Luis Suarez quiso
enderezar la historia restableciendo el escenario previsto en el minuto
17 pero un gol del héroe local Smith hizo posible soñar con que David
derrotara a Goliat. Un resultado sorpresa de 2-1 al descanso hacía
presagiar la debacle red. El Oldham jugaba alegre y con confianza, como
si no estuviesen hundidos en la clasificación de League One, a un punto
del descenso.
Arrancaba la segunda parte como empezó el partido, gol de los
locales, euforia en las gradas y caras descompuestas en los jugadores de
Brendan Rodgers. Quizá un 3-1 y viendo lo sucedido a los demás equipos
de la Premier era demasiada cuesta para tan poco fútbol mostrado por el
Liverpool. Joe Allen maquilló el resultado e intentó con su gol en el
80’ levantar los ánimos y la dignidad de la clase pudiente de la FA
inglesa, sin embargo, el romanticismo venció una vez más y el equipo
pequeño se llevó el gato al agua.
El Oldham aprovechó bien su oportunidad colocando su bola en el
cubilete del sorteo para la 5ª ronda de la FA Cup. Al Liverpool por su
parte seguramente le sirva al menos para seguir ensamblando las piezas
adquiridas en enero poco a poco. Ya sólo le falta seguir aplicando un
poco de aceite entre los componentes para que la maquinaria Red no
chirríe y vuelvan los buenos tiempos que muchos recordamos, no tan
lejanos, pero no tan cercanos como quisieran en Anfield. Desde luego no
será en la FA, y tendrán que buscar su redención en liga y Europa
League.
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