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AFP
En el Giussepe Meazza, el Inter de Milán recibió a un Torino que
derrotó en la primera vuelta del Calcio por marcador de 2-0, ahora logró
sólo el empate, frente a un Torino propositivo.
Los primeros minutos se vio al equipo de Stramaccioni explosivo, con
ganas de sentenciar el partido rápido, creando presión y logrando poner
nerviosa a la defensa del Torino, quien en ese nerviosismo, creo al
minuto 5 una falta de peligro que el rumano Christian Chivu no
desperdiciaría, colocando el balón dentro de la red con un fino zurdazo
ante el intento del arquero Gillet.
A pesar de la anotación y del gran inicio neroazurri, los
locales bajaron la dinámica de su juego y las revoluciones, abriendo
espacio para que un Torino con jugadores de pierna educada como Cerci,
Barreto o Brighi, se hicieran de confianza y empezaran a dominar las
acciones del encuentro, y aprovechando un error de Fredy Guarín en la
salida, Riccardo Meggiorini remató para poner el empate al minuto 23. El
partido se tornó color blanco, con los visitantes superiores en el
trámite, los dueños de casa intentaron sacudirse la presión sólo para
verse frustrados ante su falta de precisión y conexión.
Rápidamente después del inicio de la parte complementaria, el Inter
de Milán cayó a la lona gracias a un gran desborde de Cerci, quien
centró a ras de piso para que Riccardo Meggiorini pusiera el segundo
para su causa al minuto 52 de acción. Mientras el toro embestía
con fuerza hacia la valla de Samir Handanovic, fue el veterano Javier
Zanetti el que empujó a los suyos para evitar la derrota, y con un gran
desborde encontró a su compatriota argentino, Cuchu Cambiasso, quien
sólo chocó el balón con su pie para darle dirección de gol.
Al final, el silbido final trajo mal sabor de boca a los de Milán,
que ven como desperdician una oportunidad de acercase a la Juventus
después de su empate.
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