EPL - Manchester City v Liverpool, Daniel Sturridge
Getty Images
El actual campeón de la Premier recibía a un Liverpool que ha recuperado su mejor forma en los últimos partidos. Si los del Etihad Stadium llevan siete partidos sin perder, cinco de ellos en liga, los “reds” tras el fichaje de Sturridge ha subido su rendimiento y empiezan a soñar con Europa, e incluso aunque no lo dicen muy alto, con volver a la Champions. Las aspiraciones de liga para los Citizens y la vuelta al a grandeza de los visitantes pasaban por este gran partido, que siempre nos deja goles e igualdad máxima, lleguen como lleguen a este partido, los 90’ son siempre un cuento sin prólogo escrito.
Empezó el partido con el dominio del Liverpool basado en abrir a banda y atacar con dos carrileros. Tanto Suárez como Sturridge tuvieron sus ocasiones y todo lo geniales que estaban generando peligro, lo estaban de mal mandando todos los balones fuera de la portería. Como suele ser habitual en esta clase de encuentros cuando peor estaba el Manchester City, David Silva se inventó un pase de manual a Milner el cual puso el balón rasito con precisión para que Dzeko llegara para empujar el balón.
No se arrugaron sin embargo los reds y pese a ir perdiendo nunca se doblegaron y siguieron haciendo el fútbol que, poco a poco, Brendan Rodgers va consiguiendo inculcar a los suyos. No nos cansaremos de destacar el fichaje de Sturridge. No sólo volvió a marcar con un zapatazo durísimo a Hart, empatando el partido y devolviendo a la vida al Liverpool, sino que Luis Suárez ha subido enteros su ya de por sí enorme aportación al equipo. Ya no se encuentra sólo, cual isla en el océano, sin apoyos y peleándose todos los balones él solo. Ahora cuenta con un delantero que le fije la defensa y le dé más libertad para empezar la jugada más retrasado y gracias a su velocidad y desborde, la defensa ya no sabe nunca si tirará o asistirá a un compañero. Aquí se puede afirmar que 1 1 no es sólo 2. No lo celebró por su pasado en el City pero ya ha declarado que su sentimiento “liverpudlian” va creciendo día a día.
La segunda parte empezó como acabó la primera. El Liverpool queriendo ganar el partido y el Manchester City sufriendo en su campo rezando todo el santoral de la A a la Z. Hubo incluso un posible penalti que el árbitro consideró que no fue tal, sino piscinazo de Sturridge, viendo así la tarjeta amarilla. Se merecía el Liverpool marcar el gol de la victoria y quién mejor que su eterno capitán. Gerrard ha ido retrasando su posición y corre menos por orden de Rodgers, pero no ha perdido su capacidad para tirar desde lejos y ponerla donde los porteros no llegan por mucho que se estiren. El partido era de vértigo y Pepe Reina quiso deja su huella saliendo a por tabaco. Nadie sabe aún porque a este gran portero le pasan estas desconexiones cerebrales, pero lo cierto es que el 80% del gol del empate de Agüero fue cosa suya. El otro 20% gran mérito del argentino, puesto que no todos están capacitados para meterla con esa precisión.
Así pues los Citizens siguen sin perder en casa pero se descuelgan casi definitivamente de la lucha por la Premier League. 3 partidos de distancia son salvables como demostraron el año pasado pero los milagros no suelen repetirse dos años seguidos. Por su parte el Liverpool consigue otro empate contra un rival de arriba, otro empate que le sabe a poco porque de nuevo fue el equipo que manejó el partido y mereció ganar. Si consiguen rematar los partidos tan bien como juegan, podrían llegar a Europa. Quizá Coutinho, que aún no estaba disponible, sea la pieza que consiga dar este salto de calidad.
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