El Real Madrid logra salvar la semana clave de la temporada con un merecido sobresaliente tras firmar su tercera victoria seguida y el pase a los cuartos de final de la Champions tomando buena cuenta de un Manchester United que tuvo el partido en su mano durante una hora. Que fue lo que tardó el colegiado Çakir en expulsar a Nani de una forma un tanto rigurosa. Para entonces, Ramos se había marcado ya un gol en propia puerta, y el Real Madrid naufragaba en su empeño de forzar un partido físico. A partir de entonces, todo fue miel sobre hojuelas para los blancos, con dos goles en apenas tres minutos de un Modric que revolucionó a los blancos y de un Ronaldo desaparecido hasta entonces. José Mourinho se había quejado en años anteriores de la respuesta arbitral, no lo podrá hacer ahora visto lo visto. Y es que si el Real Madrid ha renacido de sus propias cenizas, clasificándose en Europa, fue en buena medida a esa superioridad numérica durante un tercio del partido.
El técnico de Setúbal temía tanto un partido cerrado y un Manchester United muy defensivo que desde el primer minuto le lanzó un envite a los diablos rojos, con una presión asfixiante desde prácticamente el mismo área local. Buscó un partido físico, con un alto ritmo, pensaba que le podría favorecer. Pero lo que seguro que no se esperaba es que el cuadro inglés fuera capaz de no sólo aceptarlo, sino subir su apuesta, zafándose tan bien de sus garras, llegando incluso con relativa facilidad a los dominios de Diego López. Hasta el punto de que, durante muchos minutos de la primera parte, fue el portero gallego y la pareja Ramos-Varane la que sostuvo en pie a un equipo blanco que era incapaz de trenzar su vertiginoso fútbol de ataque, ni en estático ni a la contra.
Así las cosas, si bien Higuaín pudo marcar en los primeros minutos en una de las pocas paredes que pudo edificar con Ozil, las mejores ocasiones antes del descanso fueron para un Manchester United que forzó ciento y un saques de esquina. No obstante, en uno de ellos llegó un cabezazo de Vidic que se estrelló en el palo, mientras que Diego López tuvo que provocar otro a sendos tiros consecutivos de Van Persie y Welbeck. Así las cosas, tanto fue el cántaro a la fuente, que nada más reanudarse la segunda parte, el gol local terminó por llegar.
Poco antes del descanso había tenido que saltar al campo Kaká por un Di María lesionado, y la mala fortuna se volvió a cebar con los hoy de verde con un tanto en propia puerta de Sergio Ramos. Tras una jugada atropellada en la que Van Persie se llevó un rebote y Varane no fue capaz de despejar el balón, un centro de Nani fue tocado con la punta de la bota por Welbeck, despistando así al de Camas, que como ya hiciera Zoco 45 años atrás también ante el ManU, batió a su propio portero.
Sin embargo, el mal fario acabó rondando la hora de partido, y no fue ni por Ronaldo ni por Mourinho, sino porque el colegiado turco Çakir decidió expulsar a Nani en una acción más que debatible donde el luso pateó a Arbeloa cuando miraba al balón que surcaba el cielo. Fue entonces cuando el partido cambió radicalmente, cuando tocó a rebato, con un Madrid volcado sobre el área de De Gea sin miramiento alguno, ya con Modric sobre el campo en lugar de Arbeloa incluso. Y Rafael pudo sacar bajo el larguero un testarazo de Varane a los cinco minutos de la expulsión, pero poco después el portero español del ManU poco pudo hacer para detener el ajustado chutazo del mediocampista croata desde 25 metros, llegando a impactar incluso en el palo.
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Así las cosas, si bien Higuaín pudo marcar en los primeros minutos en una de las pocas paredes que pudo edificar con Ozil, las mejores ocasiones antes del descanso fueron para un Manchester United que forzó ciento y un saques de esquina. No obstante, en uno de ellos llegó un cabezazo de Vidic que se estrelló en el palo, mientras que Diego López tuvo que provocar otro a sendos tiros consecutivos de Van Persie y Welbeck. Así las cosas, tanto fue el cántaro a la fuente, que nada más reanudarse la segunda parte, el gol local terminó por llegar.
Poco antes del descanso había tenido que saltar al campo Kaká por un Di María lesionado, y la mala fortuna se volvió a cebar con los hoy de verde con un tanto en propia puerta de Sergio Ramos. Tras una jugada atropellada en la que Van Persie se llevó un rebote y Varane no fue capaz de despejar el balón, un centro de Nani fue tocado con la punta de la bota por Welbeck, despistando así al de Camas, que como ya hiciera Zoco 45 años atrás también ante el ManU, batió a su propio portero.
Sin embargo, el mal fario acabó rondando la hora de partido, y no fue ni por Ronaldo ni por Mourinho, sino porque el colegiado turco Çakir decidió expulsar a Nani en una acción más que debatible donde el luso pateó a Arbeloa cuando miraba al balón que surcaba el cielo. Fue entonces cuando el partido cambió radicalmente, cuando tocó a rebato, con un Madrid volcado sobre el área de De Gea sin miramiento alguno, ya con Modric sobre el campo en lugar de Arbeloa incluso. Y Rafael pudo sacar bajo el larguero un testarazo de Varane a los cinco minutos de la expulsión, pero poco después el portero español del ManU poco pudo hacer para detener el ajustado chutazo del mediocampista croata desde 25 metros, llegando a impactar incluso en el palo.
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