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Con la leyenda 'Som un equip' (Somos un equipo) en el mosaico del Camp Nou dio inicio el encuentro entre dos de los mejores equipos del mundo, el FC Barcelona y el AC Milan. Con un coloso en el que no cabía ni un alfiler, pronto se vio que los de Massimiliano Allegri aplicarían el mismo catenaccio visto en San Siro pero también que los culés buscarían atacar rápidamente. Al l minuto gol, inició el sueño y llegó el gol al minuto 5 gracias a las botas de Lionel Messi y una asistencia exacta y magistral de Xavi Hernández. El Camp Nou en su totalidad se volvió loco entre gritos y cánticos, la remontada se veía posible y Abbiati ya sabía del peligro azulgrana.
La respuesta de los lombardos fue una llegada que sembró el pánico en la portería de Valdés tras el arribo de El Shaarawy, pero su tiro desviado se fue sin mayor peligro. El Milan intentaba jugar al contragolpe, pero los culés no le prestaban el esférico a los rossoneri. El colegiado Viktor Kassai se comió un posible penalti sobre Pedro y decidió seguir con la jugada, el análisis arbitral ya dará la rrazón al que la tenga. Los culés seguían apretando a un Milan descontrolado que parecía no aguantar la presión de los culés y del estadio más grande de Europa.
Conforme pasaban los minutos, el Barcelona bajó el ritmo en la presión y el Milan pudo recuperar su posisión defensiva con más comodidad. En un contragolpe, el terror volvió al área azulgrana cuando Javier Mascherano perdió un balón y Niang en solitario remató pero para fortuna de los blaugranas la pelota dio en el palo derecho del arco y todo quedó en el susto. Un susto que sirvió para seguir buscando la remontada y otra vez llegó Lionel Messi, esta vez tras una asistencia de Andrés Iniesta. El rosarino no perdonó y con un golpe raso volvió a batir la portería lombarda.
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La respuesta de los lombardos fue una llegada que sembró el pánico en la portería de Valdés tras el arribo de El Shaarawy, pero su tiro desviado se fue sin mayor peligro. El Milan intentaba jugar al contragolpe, pero los culés no le prestaban el esférico a los rossoneri. El colegiado Viktor Kassai se comió un posible penalti sobre Pedro y decidió seguir con la jugada, el análisis arbitral ya dará la rrazón al que la tenga. Los culés seguían apretando a un Milan descontrolado que parecía no aguantar la presión de los culés y del estadio más grande de Europa.
Conforme pasaban los minutos, el Barcelona bajó el ritmo en la presión y el Milan pudo recuperar su posisión defensiva con más comodidad. En un contragolpe, el terror volvió al área azulgrana cuando Javier Mascherano perdió un balón y Niang en solitario remató pero para fortuna de los blaugranas la pelota dio en el palo derecho del arco y todo quedó en el susto. Un susto que sirvió para seguir buscando la remontada y otra vez llegó Lionel Messi, esta vez tras una asistencia de Andrés Iniesta. El rosarino no perdonó y con un golpe raso volvió a batir la portería lombarda.
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