Los octavos de final de la Champions League nos dejaban un partido enorme en el Allianz Arena. Es cierto que con el 1-3 de la ida el choque perdía un poco de emoción porque algunos podían pensar que el Bayern ya lo tenía hecho, que no era más que un trámite, pero delante estaba el Arsenal, que a pesar de no estar realizando una gran temporada tiene una historia a sus espaldas que no les permitía rendirse e ir a hacer turismo a Alemania.
A pesar de contar con la importantísima baja de Jack Wilshere, que se lesionó este mismo martes, los de Arsene Wenger salieron muy enchufados al césped del Allianz, sin dejar intimidarse por el increíble ambiente alemán. Salieron tan bien los hombres entrenados por el francés que en el minuto 3 de partido ya consiguieron el primer tanto del encuentro. En una contra perfecta, Rosicky abrió el balón a la banda para que Walcott lanzara un centro perfecto al segundo palo al que Giroud sólo tuvo que poner el pie izquierdo para empujar el balón al fondo de la red. Con este gol tan tempranero, los ‘gunners’ podían permitirse con soñar en la remontada, aunque todavía tenían que conseguir dos goles más, y eso era una tarea tremendamente difícil.
Durante la primera mitad el dominio fue totalmente para el Bayern de Múnich. La mayor parte de los primeros 45 minutos se jugó en el campo del Arsenal, pero aun así, el equipo alemán no era tan superior como se hubiera podido imaginar antes de empezar el encuentro. Fabianski apenas tuvo que hacer paradas difíciles, salvo algún disparo lejano de Kroos. Los de Heynckes estaban algo atascados ante un conjunto inglés que se estaba defendiendo muy bien. Pero los de Londres necesitaban dos goles más, y en la primera mitad sólo dispararon una vez a puerta, la del gol. Cazorla debía aparecer más de lo que lo había hecho para meter, aún más, el miedo en el cuerpo a los bávaros.
Con un resultado favorable, se esperaba que el Arsenal saliera a por todas en la segunda mitad, pero delante estaba el Bayern, que tiene mucho poder en ataque. Durante los primeros 30 minutos, los alemanes asediaron la portería de Fabianski, que realizó paradas de muchísimo mérito. Por momentos, parecía que eran los locales los que necesitaban marcar para poder clasificarse. Pero a falta de 15 minutos, los ‘gunners’ sacaron el orgullo y empezaron a llegar a la portería de Neuer. Tanto fue así, que en el minuto 84 Koscielny cabeceó un saque de esquina lanzado por Cazorla y puso el 0-2 en el marcador. Los de Wenger tenían 6 minutos más el descuento para marcar un gol que les clasificaría a cuartos y realizar así una remontada histórica.
Estuvo muy cerca, pero no pudo ser. El partido concluyó con el 0-2 final. El Bayern pasó a los cuartos de final de la Champions League, pero sin duda el Arsenal salió enormemente reforzado de este encuentro. En una de las peores temporadas de los últimos años de los ‘gunners’, éstos pusieron en serios apuros a los subcampeones de Europa y uno de los máximos aspirantes a levantar la orejuda.
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