Le costó entrar en el partido al Levante, que en los primeros minutos era dominado por el Rubin Kazan que elaboraba bien las jugadas, mientras que los granotas optaban por mandar balones en largo a Aquafresca, que no llegaba a ninguno. Más 9 de referencia que de movilidad, el italiano estuvo desaparecido los 63 minutos que jugó. En cuanto despertó el Levante el partido se convirtió en una autentica partida de ajedrez, con dos equipos sin querer arriesgar ninguna pieza. Bien colocados en defensa, sin complicaciones en las salidas de balón y poco acompañamiento de efectivos en las jugadas de ataque. Sin ser realmente claras, ambos equipos tuvieron ocasiones en la primera parte, Salomón Rondón y Karadeniz mandaron dos balones al limbo por parte del Rubin y Rubén García hizo lo mismo en un contragolpe del Levante.
Lo mejor sin duda del primer tiempo de los granotas fue Pape Diop que robo infinidad de balones en el medio campo, el equipo no le acompaño mucho en la presión y los rusos jugaban cómodos. En el añadido de la primera parte Orbaiz tuvo la mejor ocasión del Rubin en la primera parte pero Christian Lell despejó a córner.
El comienzo de la segunda parte no distó mucho de lo visto en la primera, si bien el Rubin Kazan tenía más la posesión del balón y Roman Eremenko parecía con mas lucidez que el resto de jugadores que estaban en el artificial verde del Luzhniki, el partido en esa fase carecía absolutamente de ocasiones y se veía más futbol de lucha y brega que otra cosa. El encuentro se veía abocado a la prorroga como mínimo y a los penaltis como justo, para que así los aficionados pudieran disfrutar con algo de emoción que ha brillado por su ausencia en casi toda la eliminatoria. El Zhar en el min 63 con un disparo que se fue lamiendo el palo y Barkero con un remate acrobático en el 76 tuvieron la oportunidad de poner por delante al Levante, que fue contestado por un disparo desde fuera del área de Natcho que despejo con problemas Keylor Navas.
En los últimos minutos de los 90 el partido se abrió mas y Salomón Rondón de cabeza a punto estuvo de marcar en el 89, una gran parada de nuevo del portero costarricense salvo al Levante y casi a renglón seguido Ryzhikov hizo lo propio con el Rubin con un disparo de Christian Lell.
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