El Arsenal y el Everton se medían la noche del martes en el Emirates Stadium en el partido pendiente de la jornada 29 de la Premier League. Los locales buscaban afianzarse en la zona de Champions League, mientras que los visitantes querían alcanzar a Chelsea y Tottenham con una victoria en Londres. Los ‘gunners’, que llegaban tras ganar siete de sus últimos ocho partidos, partían cómo favoritos en el choque. Wenger sorprendió alineando al guardameta polaco Szczesny, que en los últimos partidos había visto a su equipo desde el banquillo. Además, el técnico francés volvió a dejar fuera del once inicial a Monreal en detrimento de Gibbs. Por su parte, David Moyes salió con todo para hacerse con los tres puntos.
El partido empezó algo trabado, sin demasiadas ocasiones para ninguno de los dos equipos. El Arsenal se sintió incómodo y le costó horrores hacerse con la posesión del balón. El Everton se dedicaba a presionar al rival, y lo hacía bien. Las duras faltas marcaron la primera media hora de encuentro, la mayoría de ellas se las llevaron Wilshere y Cazorla. Los Tuffles no querían que los centrocampistas locales se sintieran cómodos, y lo consiguieron. Las ocasiones más claras llegaron por parte de los dos delanteros de ambos equipos. Primero Anichebe disparó al cuerpo de Szczesny un buen pase de Barkley, y minutos más tarde fue Giroud el que remató fuera por poco un centro de Ramsey. Cazorla también tuvo la suya a pocos minutos del final, pero Jagielka estuvo enorme tirándose al corte. Se habían producido muchas interrupciones, muchas patadas y muy poco fútbol en los primeros 45 minutos.
La segunda mitad empezó con más chispa de la que tuvo la primera. A los dos minutos, Cazorla puso a prueba a Howard con un trallazo desde la frontal que el guardameta visitante despejó a saque de esquina. Minutos más tarde, Anichebe estuvo a punto de cabecear un buen centro de Baines. El partido entró en un periodo de ida y vuelta en el que cualquiera de los dos equipos podía marcar. A punto estuvo de conseguirlo Barkley en el 65, pero su disparo pasó rozando el palo de la portería de Szczesny. El joven centrocampista del Everton fue de los mejores de su equipo en el partido.
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El partido empezó algo trabado, sin demasiadas ocasiones para ninguno de los dos equipos. El Arsenal se sintió incómodo y le costó horrores hacerse con la posesión del balón. El Everton se dedicaba a presionar al rival, y lo hacía bien. Las duras faltas marcaron la primera media hora de encuentro, la mayoría de ellas se las llevaron Wilshere y Cazorla. Los Tuffles no querían que los centrocampistas locales se sintieran cómodos, y lo consiguieron. Las ocasiones más claras llegaron por parte de los dos delanteros de ambos equipos. Primero Anichebe disparó al cuerpo de Szczesny un buen pase de Barkley, y minutos más tarde fue Giroud el que remató fuera por poco un centro de Ramsey. Cazorla también tuvo la suya a pocos minutos del final, pero Jagielka estuvo enorme tirándose al corte. Se habían producido muchas interrupciones, muchas patadas y muy poco fútbol en los primeros 45 minutos.
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