El Giuseppe Meazza se preparó para recibir la vuelta de la semifinal de la Coppa Italia, con el Inter necesitado de ganar anotando dos o más goles, la Roma no sólo consiguió su pase a la final, sino que lo hizo aumentando su ventaja obtenida en el partido de ida, ganando por segunda vez en la temporada en campo neroazurri.
Los primeros minutos fueron parejos, ambas defensas dominaron a los ataques rivales y se nulificaban entre sí, entregando un pobre espectáculo mientras los segundos transcurrían. El primer gol de la noche llegó producto de una buena triangulación entre Jonathan, Ricky Álvarez y Rocchi, que dejó al brasileño con posibilidades de anotar, y no desaprovechó la oportunidad al minuto 23. Lastimosamente para el cuadro local que aún con la victoria parcial de 1-0 no lograba clasificarse, no supieran capitalizar su total dominio a partir de la anotación, ni siquiera creando mayor peligro en la meta de Sketelenburg; la Roma, en base a grandes desdobles rápidos, casi empató el partido, Mattia Destro dio al 35 de tiempo corrido un pequeño aviso de lo que vendría después.
La segunda mitad fue un cambio radical, los capitalinos maniataron a un cuadro de Stramaccioni totalmente perdido en lo que buscaban de su juego, 11 minutos transcurrieron de la parte complementaria, para que al 56 el joven italiano Destro ganara en anticipación a Walter Samuel tras un gran centro de Lamela y poner las cosas empate en el partido y 3-2 a favor de La Loba en el global. El Inter se cayó a pedazos, al 70 nuevamente Mattia Destro remató un gran centro de Balzaretti de manera cómoda para prácticamente finiquitar el compromiso. Torisidis puso el sello definitivo con el 1-3 al 76 y se escuchaban los tambores clamando el derbi contra la Lazio, los romanos festejaban, y por lo menos Ricky Álvarez tuvo la gallardía de morir, o tratar de hacerlo en pie, poniendo el 3-2 al 82.
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