El Giusseppe Meazza era el marco final para una terrible temporada para el Inter de Milán, recibiendo al Udinese que peleaba por Europa League, los dirigidos por Andrea Stramaccioni no metieron las manoes y cayeron contundentemente frente a un cuadro que tenía la necesidad de la victoria y lo demostró dando cátedra en patio ajeno.
El partido de inmediato se puso en contra de los locales, apenas al minuto de acción Pizzi se fue de la marca de Juan Jesús y batió a Samir Handanovic para poner el primer gol del encuentro. El vendaval bianconeri se mantenía, y al minuto nueve, un doble cabezazo dentro del área le permitió a Domizzi incrementar la ventaja para que aparentemente sepultaran a los locales y sellar su clasificación a Europa League; sin embargo, no contaron con la pronta reacción de los interistas, apenas dos minutos después del testarazo de Domizzi, Juan Jesús, el mismo que erró en el primer gol visitante, aprovechó una serie de rebotes posteriores a un tiro muy débil de Ricky Álvarez, y recortó la distancia momentánea de dos anotaciones. Pasaron los minutos de intensidad pura y cuando la calma pareció reinar en la defensa milanista, una joya, un portento de gol por parte del enorme Antonio Di Natale pondría tierra de por medio entre los suyos y el rival.
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