Noche primaveral en St. Jackob-Park para acoger el encuentro de ida de las semifinales de la Europa League entre FC Basel y Chelsea. Un partido que tuvo en las gradas a un ilustre aficionado del equipo suizo: Roger Federer, fan confeso y acérrimo del equipo de su ciudad natal. Sorprendía Benítez alineando a David Luiz y Lampard en el medio, en detrimento de Mata, aunque el resto del once era el habitual
Arrancó fuerte el Basilea, jugando rápido, combinando por el medio y abriendo bien por las bandas, sobre todo por la de Stocker, y presionando muy arriba la salida de balón del Chelsea. Pero poco duró el empate pues en el minuto once se adelantaba el Chelsea gracias al remate en segunda instancia de Moses, que cabeceaba a gol un corner botado con maestría por Lampard. 0-1 para los “blues” sin hacer gran cosa. Pero no se amilanó el Basilea y siguió haciendo su juego, llegando a puerta con peligro gracias a los movimientos de Streller, que era una pesadilla para Terry e Ivanovic y aprovechando la velocidad de sus extremos. Y siguió dominando el partido el Basilea hasta el final de la primera parte aunque le faltó efectividad y las contras de Hazard suponían un peligro latente para la defensa suiza, no en vano casi pone el belga el 0-2 con un remate franco que lanzó muy desviado.
En la segunda parte el Basilea salió con la misma actitud, buscando ese gol que les metiese en la eliminatoria y teniendo buenas oportunidades en las botas Streller. No renunciaba al juego de toque el equipo de Murat Yakin pero el Chelsea, de la mano de un gran Hazard que a punto estuvo de dar la asistencia del 0-2 a Torres, que la manda al palo. Seguía el Basilea buscando el gol y tenía oportunidades pero les llegó el gol cuando menos lo merecían: balón colgado al área que disputan Azpilicueta y Stocker y el arbitro de inventa una falta inexistente del español y pita un penalty que Schär convierte en el empate a uno. Parecía la igualada el resultado definitivo, con un Chelsea que se volcaba al ataque sabiendo que podría sacar un mejor resultado de St. Jackob-Park. Y lo lograron con un gol de falta directa de David Luiz, que rompió la pelota y Sommer, que había cuajado un gran partido siendo de los mejores de su equipo, falla al despejar la pelota y la bola entra pese a tocarla el meta suizo. 1-2 en el electrónico y Kralovec, el árbitro del encuentro, pitó el final de este emocionante partido.
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