El Real Madrid sigue invicto con Carlo Ancelotti. En partido oficial, donde lleva dos victorias en dos encuentros, pero también en la pretemporada, que quedó por fin cerrada este jueves con la disputa del Trofeo Teresa Herrera ante el Deportivo de La Coruña. Un torneo que antaño era bastante más lustroso. Un rival que otrora también lo era. Y es que al cuadro merengue apenas le duraron cinco minutos en pie los deportivistas. Y al cuarto de hora ya había puesto la puntilla al torneo, y los utilleros blancos estaban abriendo hueco en el autocar para acomodar esa gigantesca Torre de Hércules de oro y plata. Fue el tiempo que tardó el cuadro visitante en ponerse con un claro 0-3 en el marcador.
Y todo debido, sobre todo, a la rebelión de los modestos merengues. A que los jugadores menos habituales demostraron su efectividad y sus ganas de reivindicarse ante su técnico. Así lo hicieron por ejemplo Ricardo Kaká, Álvaro Morata y Casemiro, los autores de los tres goles que lucían en el electrónico desde el minuto quince de encuentro. El ‘8’ rompió la igualdad inicial resolviendo un mano a mano con Germán Lux que le brindó a la perfección Cristiano Ronaldo para culminar un contraataque. El crack luso no acudió finalmente a la gala de UEFA en Mónaco. Su compañero brasileño lo agradeció, desde luego.
Morata fue otro jugador que se reivindicó en un Riazor que dedicó insultos e improperios al Real Madrid pese al llamamiento que había hecho el presidente deportivista. Infructuoso, a todas luces. El delantero madridista marcaría ya un buen gol en la segunda parte a pase de Kaká que fue anulado por fuera de juego. Pero no así el que marcaría en el minuto doce al resolver el cara a cara con el portero local tras una buena pared con Marcelo. Casemiro sería el que pondría la puntilla tres minutos después, al cabecear contundentemente a gol el saque de un córner. El mediocentro brasileño no fue titular en Granada, pero está dejando claro que, además de un especialista en acciones aéreas, es un recurso más que óptimo para el equipo madridista.
A partir de ahí, el partido nunca recuperó una tensión que fuera atractiva para el espectador. Por momentos, ni siquiera digerible. Sobre todo, por parte de un Deportivo que apenas tuvo unos minutos de inspiración donde acechara la portería rival. Fue titular Iker Casillas, pero la verdad es que pudo servirle de poco al de Móstoles si lo que se pretende es que vaya tomando temperatura a la portería en partidos. Y es que no se le recuerda ninguna acción bajo palos. A quince minutos del final, Luis tuvo la oportunidad más clara ante el capitán merengue, pero su disparo se marchó fuera, demasiado cruzado. Riazor, eso sí, no le tuvo en cuenta esa ‘inactividad’, sino al contrario, y le despidió con una sonora ovación cuando Ancelotti dio entrada a Tomás Mejías a nueve minutos del final. Diego López se quedó descansando, es de suponer que para medirse al Athletic el próximo domingo. Por cierto que el técnico italiano también hizo jugar al canterano José Rodríguez en el centro del campo, quien ya debutara con el primer equipo la temporada pasada en Copa.
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Y todo debido, sobre todo, a la rebelión de los modestos merengues. A que los jugadores menos habituales demostraron su efectividad y sus ganas de reivindicarse ante su técnico. Así lo hicieron por ejemplo Ricardo Kaká, Álvaro Morata y Casemiro, los autores de los tres goles que lucían en el electrónico desde el minuto quince de encuentro. El ‘8’ rompió la igualdad inicial resolviendo un mano a mano con Germán Lux que le brindó a la perfección Cristiano Ronaldo para culminar un contraataque. El crack luso no acudió finalmente a la gala de UEFA en Mónaco. Su compañero brasileño lo agradeció, desde luego.
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