Empate y partido soporífero en Ucrania. Dos equipos que llegaban al encuentro con una forma muy similar. Un United que sufría a última hora la baja de su mejor jugador, Wayne Rooney, por lo que Moyes decidía dar entrada a Cleverley en su lugar, y adelantando a Fellaini, en una posición más natural para el belga en la mediapunta, o eso decían las alineaciones de la UEFA ante del comienzo del encuentro. El Shakhtar por su parte, presentaba un once con todos sus habituales, aunque con Bernard, una de las grandes incorporaciones este verano, en el banquillo.
Cualquiera que haya visto al Shakhtar en los últimos tiempos, sabe cuáles son sus mayores virtudes, y donde se encuentran sus mayores defectos. Moyes parecía saberse la lección de memoria, y planteó el partido como pocas veces se ha visto a un equipo de la grandeza del Manchester United, y sobre todo a un equipo inglés. Un catenaccio puro y duro, dándole la posesión de balón al conjunto ucraniano y colocando prácticamente diez jugadores por detrás del balón, intentando evitar el juego asociativo y vertiginoso que caracteriza a su rival, y manteniéndose cómodo durante toda la primera mitad.
Una idea tan efectiva como impactante para sus aficionados, que pocas veces habrán visto un planteamiento tan defensivo en Old Trafford. Para culminar con acierto su idea ultradefensiva, cuando corría el minuto 18, cuando una jugada tan simple como efectiva daba el primer tanto al United. Saque de banda de Evra para que Fellaini la aguantase, se girara y buscara el pase de la muerte, para que apareciese Welbeck y la empujara al fondo de las mallas, eso sí, tras error de Rakitskiy. Así se llegó al descanso con una primera parte sin ningún de emoción, que sirvió para darse cuenta de la engañosa posición de mediapunta de Fellaini que mostraban las alineaciones previas al encuentro. El belga, más preocupado en defender que en atacar durante todo el partido.
La segunda mitad corrió por los mismo derroteros, con la posesión para el conjunto de Donetsk, pero sin apenas posibilidad de pisar el área de los red devils. Balones constantemente horizontales por parte del Shakhtar, y Moyes que lograba conseguir su objetivo. La segunda parte fue extraña, y decimos extraña porque es difícil de creer que, con la calidad ofensiva que había sobre el campo, no pasase absolutamente nada. Cuando parecía que el partido moriría tal y como permaneció durante todo el tiempo, un mal despeje de Vidic lo cazaba Taison, y colocaba el empate en casi la primera acción clara del conjunto ucraniano.
Merecido castigo ante el rácano y conformista planteamiento de Moyes, que no le sirvió para llevarse la victoria del Donbass Arsena. El planteamiento del técnico escocés recibirá muchas críticas, y deja una cosa clara: este equipo aún no sabe a lo que juega. Pese a todo, el United continúa como líder del Grupo A. Mención aparte merece la entrada de Ryan Giggs en lugar de Fellaini, que convertía al galés en el futbolista que más encuentros (145) a disputado en la historia de la Champions League, superando a Raúl González. Fuente goal.com
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Cualquiera que haya visto al Shakhtar en los últimos tiempos, sabe cuáles son sus mayores virtudes, y donde se encuentran sus mayores defectos. Moyes parecía saberse la lección de memoria, y planteó el partido como pocas veces se ha visto a un equipo de la grandeza del Manchester United, y sobre todo a un equipo inglés. Un catenaccio puro y duro, dándole la posesión de balón al conjunto ucraniano y colocando prácticamente diez jugadores por detrás del balón, intentando evitar el juego asociativo y vertiginoso que caracteriza a su rival, y manteniéndose cómodo durante toda la primera mitad.
Una idea tan efectiva como impactante para sus aficionados, que pocas veces habrán visto un planteamiento tan defensivo en Old Trafford. Para culminar con acierto su idea ultradefensiva, cuando corría el minuto 18, cuando una jugada tan simple como efectiva daba el primer tanto al United. Saque de banda de Evra para que Fellaini la aguantase, se girara y buscara el pase de la muerte, para que apareciese Welbeck y la empujara al fondo de las mallas, eso sí, tras error de Rakitskiy. Así se llegó al descanso con una primera parte sin ningún de emoción, que sirvió para darse cuenta de la engañosa posición de mediapunta de Fellaini que mostraban las alineaciones previas al encuentro. El belga, más preocupado en defender que en atacar durante todo el partido.
La segunda mitad corrió por los mismo derroteros, con la posesión para el conjunto de Donetsk, pero sin apenas posibilidad de pisar el área de los red devils. Balones constantemente horizontales por parte del Shakhtar, y Moyes que lograba conseguir su objetivo. La segunda parte fue extraña, y decimos extraña porque es difícil de creer que, con la calidad ofensiva que había sobre el campo, no pasase absolutamente nada. Cuando parecía que el partido moriría tal y como permaneció durante todo el tiempo, un mal despeje de Vidic lo cazaba Taison, y colocaba el empate en casi la primera acción clara del conjunto ucraniano.
Merecido castigo ante el rácano y conformista planteamiento de Moyes, que no le sirvió para llevarse la victoria del Donbass Arsena. El planteamiento del técnico escocés recibirá muchas críticas, y deja una cosa clara: este equipo aún no sabe a lo que juega. Pese a todo, el United continúa como líder del Grupo A. Mención aparte merece la entrada de Ryan Giggs en lugar de Fellaini, que convertía al galés en el futbolista que más encuentros (145) a disputado en la historia de la Champions League, superando a Raúl González. Fuente goal.com
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