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Por partidos como éste se creó dicha competición. Su propio nombre así lo indica: Liga de Campeones. Y el encuentro que acoge el Santiago Bernabéu este miércoles desde luego es un partido entre campeones. Entre dos de los mayores campeones de todos los tiempos: Real Madrid y Juventus se ven las caras en lo que es todo un Clásico de Europa. Puede que haya equipos con más entorchados en la Champions de los dos que tiene la Vecchia Signora, pero estamos ante el club más laureado de Italia y uno de los más exitosos del mundo, frente al Mejor Club del Siglo XX. Historia viva del fútbol, frente a frente. Y lo que es más destacado, el presente más fulgurante de cuantos haya hoy en el Viejo Continente, al tratarse de los dos grandes favoritos a clasificarse para los octavos de final en el Grupo B. Y más allá, ser dos de los candidatos al título final en la competición.
El cartel, ya de por sí atractivo como se ve, todavía tiene más alicientes. Y es que son muchos los condimentos que hacen de este encuentro un imprescindible en Europa esta semana. Como por ejemplo, el reencuentro de Iker Casillas con Gianluigi Buffon, bajo palos, los dos mejores porteros del mundo de la última década, prácticamente. El regreso de Fernando Llorente al Santiago Bernabéu, donde tuvo las puertas abiertas para quedarse apenas unos años atrás. Al igual que Carlos Tévez, o Arturo Vidal, por otra parte. Es de suponer que sucede igual con Karim Benzema en el Juventus Stadium, claro.
Y si este morbo añadido sobre el césped todavía no fuera suficiente, los focos tampoco podrán despistarse de lo que suceda en los banquillos, donde se reencuentran tres viejos amigos: Antonio Conte, con Zinedine Zidane y Carlo Ancelotti. Este último fue entrenador de los otros dos en la misma Juventus a finales de los años 90, en una experiencia con cierto sabor agridulce. Pues dentro de que todas las partes reconocen públicamente haber aprendido lecciones vitales y profesionales inolvidables en esa época juntos, el fútbol no les brindó ningún éxito coral pese a la gran generación de futbolistas bajo los colores blanco y negro. Será momento de que todos echen un leve vistazo atrás en este reencuentro, pero sólo para observar con mejor perspectiva el largo camino que les queda por andar a unos y otros. Concretamente, el que lleva a Lisboa, el próximo mes de mayo.
Para ello el Real Madrid, que recupera a Karim Benzema y Raphael Varane, deberá mostrar ante la Juventus su versión de Europa, la del Galatasaray y el Copenhague. Ante el Málaga cuajó el que podría ser perfectamente su mejor partido del curso, lo que es un inmejorable precedente para medirse al más grande de los rivales que han evaluado el calibre del proyecto de Ancelotti. Al menos, hasta que el sábado próximo visite el Camp Nou, otra prueba de máximo nivel. Afortunadamente para los intereses merengues, la Vecchia Signora no llega precisamente en su mejor momento, después de haber perdido ante la Fiorentina en la Serie A, habiendo empatado en las dos primeras jornadas de la Champions, con la duda de Arturo Vidal, y las bajas de Mirko Vucinic, Stephan Lichtsteiner y Fabio Quagliarella. Claro que de la necesidad nace la virtud. Y si la Juventus es el equipo de Italia, no es por casualidad precisamente.
Fuente goal.com
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El cartel, ya de por sí atractivo como se ve, todavía tiene más alicientes. Y es que son muchos los condimentos que hacen de este encuentro un imprescindible en Europa esta semana. Como por ejemplo, el reencuentro de Iker Casillas con Gianluigi Buffon, bajo palos, los dos mejores porteros del mundo de la última década, prácticamente. El regreso de Fernando Llorente al Santiago Bernabéu, donde tuvo las puertas abiertas para quedarse apenas unos años atrás. Al igual que Carlos Tévez, o Arturo Vidal, por otra parte. Es de suponer que sucede igual con Karim Benzema en el Juventus Stadium, claro.
Y si este morbo añadido sobre el césped todavía no fuera suficiente, los focos tampoco podrán despistarse de lo que suceda en los banquillos, donde se reencuentran tres viejos amigos: Antonio Conte, con Zinedine Zidane y Carlo Ancelotti. Este último fue entrenador de los otros dos en la misma Juventus a finales de los años 90, en una experiencia con cierto sabor agridulce. Pues dentro de que todas las partes reconocen públicamente haber aprendido lecciones vitales y profesionales inolvidables en esa época juntos, el fútbol no les brindó ningún éxito coral pese a la gran generación de futbolistas bajo los colores blanco y negro. Será momento de que todos echen un leve vistazo atrás en este reencuentro, pero sólo para observar con mejor perspectiva el largo camino que les queda por andar a unos y otros. Concretamente, el que lleva a Lisboa, el próximo mes de mayo.
Para ello el Real Madrid, que recupera a Karim Benzema y Raphael Varane, deberá mostrar ante la Juventus su versión de Europa, la del Galatasaray y el Copenhague. Ante el Málaga cuajó el que podría ser perfectamente su mejor partido del curso, lo que es un inmejorable precedente para medirse al más grande de los rivales que han evaluado el calibre del proyecto de Ancelotti. Al menos, hasta que el sábado próximo visite el Camp Nou, otra prueba de máximo nivel. Afortunadamente para los intereses merengues, la Vecchia Signora no llega precisamente en su mejor momento, después de haber perdido ante la Fiorentina en la Serie A, habiendo empatado en las dos primeras jornadas de la Champions, con la duda de Arturo Vidal, y las bajas de Mirko Vucinic, Stephan Lichtsteiner y Fabio Quagliarella. Claro que de la necesidad nace la virtud. Y si la Juventus es el equipo de Italia, no es por casualidad precisamente.
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