El Real Madrid da un paso de gigante para cerrar su pase a la penúltima ronda de la Copa del Rey después de un 0-1 en Cornellá. El Espanyol fue incapaz de detener el torrente atacante del Real Madrid en una primera parte quizás demasiado injusta en goles con el fútbol que habían exhibido los merengues. Sólo Benzema fue capaz de marcar, pero ocasiones tuvo el Real de sobra para haber cerrado la eliminatoria en esos primeros tres cuartos de hora. No las marcaron Ronaldo, ni tampoco Arbeloa en la segunda mitad, y al final tuvieron que aparecer Casillas y Marcelo para salvar los muebles ante un cuadro perico que poco a poco fue creciendo con el tiempo. Sea como fuere, los blanquiazules están obligados ya a la machada en el Santiago Bernabéu con este gran resultado para un Real Madrid que sigue con su año 2014 impoluto.
Benzema encarrila pronto la eliminatoria. Comenzó el partido con un ritmo algo cansino, impreciso. Pintaba para partido insulso. Sin embargo, llegado el cuarto de hora, empezaron a caer las ocasiones. Y paradójicamente, la primera clara fue para el Espanyol, en las botas de un Pizzi que mandó alta la buena asistencia de Sergio García. Y decimos paradójicamente, porque después de esa ocasión sería el Real Madrid el que dominara el encuentro con puño de hierro hasta el descanso. A los cuatro minutos, Ronaldo estrellaría un disparo en el palo derecho de la portería blanquiazul. Y otros cuatro minutos después, llegaría el primer gol de la eliminatoria, obra de Benzema al cabecear a puerta un buen centro de Arbeloa que peinó ligeramente Gareth Bale. Casilla llegó a tocar el cuero, pero no con la suficiente fuerza como para desviarlo. Los jugadores no lo sabían todavía, pero con ese tanto el equipo blanco, hoy de naranja, daba así un paso de gigante hacia las semifinales.
Los mejores minutos del Real Madrid en mucho tiempo. El gol no fue sino la consecuencia lógica del dominio merengue sobre el césped. Pero a su vez, fue el punto de inflexión para que el equipo blanco todavía apretara más el acelerador, cuajando unos minutos de coral, eficaz y bello fútbol. De hecho, si al descanso se llegó con sólo 0-1 en el marcador fue casi una casualidad, porque ocasiones de marcar tuvo a puñados el equipo visitante. Ronaldo, igual de voluntarioso que siempre pero algo errático de cara a puerta, tuvo un par de disparos que se marcharon fuera. Aunque las mejores ocasiones serían las de Gareth Bale, de falta directa que Casilla despejó como pudo, y de Di María, que mandó al segundo anfiteatro una buena asistencia lateral de Cristiano.
Sergio García estira al Espanyol, pero Arbeloa responde. El paso por los vestuarios tuvo un efecto agitador en los pericos, que saltaron al césped con una actitud mucho más decidida. No obstante, Sergio García a punto estuvo de certificar el empate. Primero, con un lanzamiento cruzado que se marchó lamiendo el poste. Y un minuto después, con un mano a mano errado que se fabricó él mismo. Parecía que los pericos enseñaban las uñas, sin embargo, el Real Madrid le cortó las alas momentáneamente. Merced a un Modric nuevamente imperial en el centro del campo, y el inesperado concurso de Arbeloa en ataque. Muy buen partido del lateral en campo contrario, que sin embargo no logró materializar pese a tener dos ocasiones solo dentro del área. En una no acertó a asistir a Ronaldo, y en la otra, tampoco a superar con una vaselina a Casilla. Lástima, porque seguramente merecía el gol el ‘17’, y sin embargo, la inevitable sensación que dejó es que otro jugador en su lugar quizás sí hubiera marcado gol.
Iker Casillas y Marcelo rescatan la victoria merengue. Con los cambios y el paso del tiempo, el partido fue muriendo poco a poco. Benzema tendría a los veinte minutos de la segunda parte una muy buena oportunidad que marró por disparar en lugar de asistir a Ronaldo, y desde entonces el Real Madrid casi no pisó el área blanquiazul. O al menos, no con excesivo peligro. Y mientras tanto, un Espanyol que parecía adormecido, poco a poco fue tomando vida, acostumbrado últimamente a revolucionar los partidos en los últimos instantes. Y si no hubiera sido por Casillas y Marcelo, bien que lo hubieran logrado de nuevo. El cancerbero salvó providencialmente un claro mano a mano con Córdoba en las postrimerías, mientras que el brasileño salvó debajo del larguero un remate de Héctor Moreno tras un córner que se colaba en la portería. Dos inmejorables ocasiones que sin embargo no fueron materializadas. La ventaja es claramente para el Real Madrid, por tanto. Las semifinales están más cerca del Bernabéu que de Cornellá.Fuente goal.com
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Benzema encarrila pronto la eliminatoria. Comenzó el partido con un ritmo algo cansino, impreciso. Pintaba para partido insulso. Sin embargo, llegado el cuarto de hora, empezaron a caer las ocasiones. Y paradójicamente, la primera clara fue para el Espanyol, en las botas de un Pizzi que mandó alta la buena asistencia de Sergio García. Y decimos paradójicamente, porque después de esa ocasión sería el Real Madrid el que dominara el encuentro con puño de hierro hasta el descanso. A los cuatro minutos, Ronaldo estrellaría un disparo en el palo derecho de la portería blanquiazul. Y otros cuatro minutos después, llegaría el primer gol de la eliminatoria, obra de Benzema al cabecear a puerta un buen centro de Arbeloa que peinó ligeramente Gareth Bale. Casilla llegó a tocar el cuero, pero no con la suficiente fuerza como para desviarlo. Los jugadores no lo sabían todavía, pero con ese tanto el equipo blanco, hoy de naranja, daba así un paso de gigante hacia las semifinales.
Los mejores minutos del Real Madrid en mucho tiempo. El gol no fue sino la consecuencia lógica del dominio merengue sobre el césped. Pero a su vez, fue el punto de inflexión para que el equipo blanco todavía apretara más el acelerador, cuajando unos minutos de coral, eficaz y bello fútbol. De hecho, si al descanso se llegó con sólo 0-1 en el marcador fue casi una casualidad, porque ocasiones de marcar tuvo a puñados el equipo visitante. Ronaldo, igual de voluntarioso que siempre pero algo errático de cara a puerta, tuvo un par de disparos que se marcharon fuera. Aunque las mejores ocasiones serían las de Gareth Bale, de falta directa que Casilla despejó como pudo, y de Di María, que mandó al segundo anfiteatro una buena asistencia lateral de Cristiano.
Sergio García estira al Espanyol, pero Arbeloa responde. El paso por los vestuarios tuvo un efecto agitador en los pericos, que saltaron al césped con una actitud mucho más decidida. No obstante, Sergio García a punto estuvo de certificar el empate. Primero, con un lanzamiento cruzado que se marchó lamiendo el poste. Y un minuto después, con un mano a mano errado que se fabricó él mismo. Parecía que los pericos enseñaban las uñas, sin embargo, el Real Madrid le cortó las alas momentáneamente. Merced a un Modric nuevamente imperial en el centro del campo, y el inesperado concurso de Arbeloa en ataque. Muy buen partido del lateral en campo contrario, que sin embargo no logró materializar pese a tener dos ocasiones solo dentro del área. En una no acertó a asistir a Ronaldo, y en la otra, tampoco a superar con una vaselina a Casilla. Lástima, porque seguramente merecía el gol el ‘17’, y sin embargo, la inevitable sensación que dejó es que otro jugador en su lugar quizás sí hubiera marcado gol.
Iker Casillas y Marcelo rescatan la victoria merengue. Con los cambios y el paso del tiempo, el partido fue muriendo poco a poco. Benzema tendría a los veinte minutos de la segunda parte una muy buena oportunidad que marró por disparar en lugar de asistir a Ronaldo, y desde entonces el Real Madrid casi no pisó el área blanquiazul. O al menos, no con excesivo peligro. Y mientras tanto, un Espanyol que parecía adormecido, poco a poco fue tomando vida, acostumbrado últimamente a revolucionar los partidos en los últimos instantes. Y si no hubiera sido por Casillas y Marcelo, bien que lo hubieran logrado de nuevo. El cancerbero salvó providencialmente un claro mano a mano con Córdoba en las postrimerías, mientras que el brasileño salvó debajo del larguero un remate de Héctor Moreno tras un córner que se colaba en la portería. Dos inmejorables ocasiones que sin embargo no fueron materializadas. La ventaja es claramente para el Real Madrid, por tanto. Las semifinales están más cerca del Bernabéu que de Cornellá.Fuente goal.com
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