El Bayern Múnich ha vuelto a demostrar que es el mejor equipo de Alemania, incluso en una tarde de juego anodina como la que tenido hoy. La victoria de esta tarde-noche, la 17ª consecutiva, ante el cuarto de la tabla, eleva la racha bávara a 50 encuentros encadenados sin perder en Bundesliga. Un campeonato que cuenta las horas para entregar el título al campeón, dada la séptima derrota del Dortmund en este curso.
El partido arrancaba como tantos encuentros en Múnich: con un Bayern dominante, exprimiendo la posesión al máximo ante un Bayer Leverkusen replegado, con una tela de araña tejida en la medular por cinco hombres. Una trampa preparada por el entrenador Sami Hyypiä para lanzar algún contraataque letal que Son desperdiciaba y, poco después, Rolfes casi materializaba. Dos oportunidades desperdiciadas de las que pronto se arrepentían.
Antes de que terminara el primer acto, un medido centro de Bastian Schweinsteiger desde la derecha era cabeceado por Mario Mandzukic, quien se elevaba por encima de toda la defensa para cumplir con su cita con el gol y así subir el primer tanto, justo en el momento en el que el partido se diluía y que la confianza de los visitantes había crecido.
El daño aumentaba tras el descanso, Schweinsteiger asumía el papel de lanzador en una falta que el internacional teutón anotaba con sutileza, acariciando el cuero para batir a Leno. Era el golpe definitivo que necesitaba Pep Guardiola para controlar a su contrincante, quien pegaba un postrimero latigazo a través de Kiessling. Una pequeña licencia concedida al
último que osó con vencer en el feudo del Bayern en el torneo doméstico. Un 28 de octubre de 2012 que cada vez se hace más distante en el tiempo.
Fuente goal.com
COMENTARIO REGISTRATE en Mundo-deportes, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis, no olvidar dejar un mensaje en el foro para que se active el registro.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
El partido arrancaba como tantos encuentros en Múnich: con un Bayern dominante, exprimiendo la posesión al máximo ante un Bayer Leverkusen replegado, con una tela de araña tejida en la medular por cinco hombres. Una trampa preparada por el entrenador Sami Hyypiä para lanzar algún contraataque letal que Son desperdiciaba y, poco después, Rolfes casi materializaba. Dos oportunidades desperdiciadas de las que pronto se arrepentían.
Antes de que terminara el primer acto, un medido centro de Bastian Schweinsteiger desde la derecha era cabeceado por Mario Mandzukic, quien se elevaba por encima de toda la defensa para cumplir con su cita con el gol y así subir el primer tanto, justo en el momento en el que el partido se diluía y que la confianza de los visitantes había crecido.
El daño aumentaba tras el descanso, Schweinsteiger asumía el papel de lanzador en una falta que el internacional teutón anotaba con sutileza, acariciando el cuero para batir a Leno. Era el golpe definitivo que necesitaba Pep Guardiola para controlar a su contrincante, quien pegaba un postrimero latigazo a través de Kiessling. Una pequeña licencia concedida al
último que osó con vencer en el feudo del Bayern en el torneo doméstico. Un 28 de octubre de 2012 que cada vez se hace más distante en el tiempo.
Fuente goal.com
COMENTARIO REGISTRATE en Mundo-deportes, pide nick y contraseña y correo por ello no recibirás publicidad y es gratis, no olvidar dejar un mensaje en el foro para que se active el registro.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]