Con todo el jaleo que se ha montado por el uso de la marca
Lotus, ha pasado prácticamente desapercibido el hecho de que otro fabricante de automóviles ha abandonado la Fórmula 1. El Grupo Renault-Nissan, uno de los más importantes del mundo, ha dejado de ser el propietario del equipo hasta ahora denominado Renault F1 Team pese al resurgimiento mostrado en el campeonato de Fórmula 1 del 2010. La marca francesa ha anunciado ahora la creación de Renault Sport F1, una división que se dedicará en exclusiva al suministro de motores, siendo sus principales clientes en el circo de la Fórmula 1 equipos como: Lotus Renault, Red Bull Racing y Team Lotus. Igualmente han comunicado su decisión de seguir desarrollando también programas de ingeniería en lo relativo a transmisiones y al sistema KERS desde la sede de Viry-Châtillon, mostrándose totalmente comprometidos en la fabricación de los nuevos motores 1.6 litros turbo que se emplearán próximamente en el mundial de F1 a partir del 2013. La jugada, en todo caso, es redonda para Renault, que recortando drásticamente los costes seguirá teniendo en la F1 una gran exposición mediática.
Vitaly Petrov en acción en el pasado G.P de Abu Dhabi 2010. Renault ha tendido siempre a entrar y salir del deporte de la Fórmula 1. Presente en competición desde los primerísimos años de la misma, logrando la victoria en la Paris -Viena de 1902, en 1909 abandonó las carreras hasta que en la década de los 50 Jean Rédélé, propietario de un taller Renault de Dieppe comenzó a preparar modelos 4CVs de la marca del rombo para competición con mucho éxito, creando la Sociedad Anónima de Automóviles Alpine, y llegando a lograr para Renault el título de campeón de constructores del mundial de rallyes en 1973. La crisis del petróleo hizo que Alpine fuera comprada por Renault, estableciendo el objetivo de ganar las 24 horas de Le Mans y fusionándolo con la compañía de motores Gordini para crear
Renault Sport en 1976 bajo la dirección del ex-piloto Gérard Larrousse.
El nuevo equipo se trasladó a unas nuevas instalaciones en Viry-Châtillon, un barrio a las afueras del sur de París, concentrándose en la carrera de las 24 Horas de Le Mans, antes de comenzar un proyecto secreto que revolucionaría la F1 en los 80: entrando de nuevo en la F1 con un motor turbo. Inicialmente el equipo hizo correr un sólo coche, este sería apodado como la “
tetera amarilla” por su gran tendencia a reventar los motores y producir vistosas humaredas en las carreras en las que participó. Pero poco a poco la “
tetera” fue mejorando su fiabilidad no tardando en ganar carreras. Para ello fichó a la estrella emergente Alain Prost, y casi estuvieron a punto de lograr el título en 1983. El exito que el piloto frances obtuvo durante ese año hicieron que Prost se fuera a McLaren, lo que llevó a que el equipo se disolviera en 1985, siguiendo suministrando motores a sus equipos clientes hasta finales de 1986.
René Arnoux, a los mandos del RS01, "la tetera amarilla". Pero poco durarían fuera de la F1, porque enseguida se pusieron de nuevo manos a la obra para crear un motor V10 atmosférico para cuando los turbos se prohibieron en 1989. Este motor V10 atmosférico tuvo un éxito impresionante montado en los monoplazas de Rothmans Williams y de Mild Seven Benetton respectivamente en los años 90, antes de que la marca se retirara de nuevo a finales de 1997. Tres años más tarde, Renault decidió volver a la F1 adquiriendo en propiedad el equipo Benetton, convirtiéndolo de forma definitiva en Renault F1 Team en 2002.
El éxito les llegaría de nuevo, está vez en forma de Título de Campeones del mundo, en 2005 y 2006 con los campeonatos ganados por Fernando Alonso, pero tras la marcha de este a McLaren en 2007 el equipo perdió el rumbo, algo que ni siquiera pudo evitar la vuelta de nuevo de Alonso en 2008, protagonizando uno de los affairs de mayor escándalo en el mundo de la F1, la "presunta" ordén de parte de Flavio Briatore y de Patt Symonds al segundo piloto del equipo Nelson Piquet Jr. de estrellar su monoplaza en el G.P. de Singapur, provocando la entrada en pista del "coche de seguridad" con la clara intención de beneficiar a su compañero Fernando Alonso.
Tras la salida del equipo de Briatore y Symonds al hacerse público este escándalo, el equipo sufrió la pérdida de varios patrocinadores. Fué entonces cuando Renault decidió vender la mayoría del equipo al inversor Gerard López. Ahora, el Grupo Lotus ha comprado la parte de la escudería que aún era propiedad de Renault, aunque de momento el monoplaza se seguirá llamando Renault hasta que todos los equipo estén de acuerdo en permitir un cambio de nombre… lo que es muy complicado.
Pese a esta nueva retirada del mundo de la F1, la marca francesa seguirá suministrando motores a tres equipos, lo que significa el 25% de la parrilla, por lo que mantendrá una importante presencia todavía en este circo, intentando maximizar de este modo todo lo que la marca ha invertido en F1 en los últimos años; baste con apuntar que la presencia de los logos de Renault en los monoplazas campeones del equipo Red Bull Racing será aún mayor que hasta ahora.
Así pues esto no es una despedida total, sino un
¡¡Hasta pronto, Renault!!.
noticia: joesaward
fotos: grandprix y google
Es una pena que un equipo con tanta tradición en el mundo de la F1 y que tanto y tanto ha dedicado a este deporte, ahora vuelva a irse de esta manera.
Pero yo espero que pronto veamos su regreso, y mas sabiendo que para el año 2013 se prepara una nueva revolución en este circo, en el cual se están pensando entrar incluso la marca alemana WolfsWagen, ya que para este año la FIA ha dicho que con toda probabilidad volverán de nuevo los motores turbo, pero esta vez limitados a una potendia de 1.600 c.c.. Esperemos que se vuelva a cumplir la máxima de este equipo, "desaparecer para resurgir con mayor fuerza".