Dos goles del Young Boys en el tramo final del encuentro ante el Stuttgart dejan fuera al equipo de Míchel, que sacó un empate en su visita a Odense.
El Getafe dejó escapar tres puntos increíbles ante un rival muy flojo, que vivió de las jugadas a balón parado. El tanto en el descuento de Andreasen, curiosamente de jugada, fue un jarro de agua fría para el equipo de Míchel, que se las prometía felices después de aguantar un resultado muy positivo durante casi todo el duelo.
Y es que la inercia de la victoria ante el Sevilla en la última jornada de Liga sirvió para mejorar la cara del Getafe en Europa. Míchel apostó por un once continuista al del partido disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán, con la excepción de Juan Albín, que jugó en el lugar del extremo zurdo Jaime Gavilán. Por segunda vez, funcionó.
Y es que parece que el técnico madrileño ha dado con la tecla que tanto ha estado buscando en sus últimos partidos. De hecho, hasta la victoria en Sevilla, estuvo siete encuentros oficiales sin conseguir ganar. Sin embargo, ante el Odense, el conjunto madrileño pronto mostró una actitud muy diferente a la de otras ocasiones.
Con el dominio absoluto del centro del campo, sobre todo en los primeros veinte minutos, el Getafe abusó de su rival, que tenía a favor un terreno de juego nevado y una temperatura que llegó a superar los diez grados bajo cero. Gracias a la continua posesión del balón y a buenos contragolpes, los hombres de Míchel se adelantaron en el marcador con un cabezazo de Pedro Ríos, que aprovechó un centro desde la izquierda de Mané.
El Getafe respiró con el tanto del andaluz, pero tal vez bajó un poco los brazos. Entonces, los daneses, tuvieron sus opciones como sólo podían tenerlas, mediante patadones, balones largos y faltas o saques de córner. Afortunadamente, Óscar Ustari estaba bajo los palos para sacar dos disparos peligrosos de Utaka y de Andreasen. El argentino estuvo muy seguro, pero también afortunado con un cabezazo de Utaka al palo justo al filo del descanso.
En la reanudación el Getafe se fue diluyendo como un azucarillo. El cansancio se apoderó de la escuadra "azulona" y fue cediendo terreno al Odense, que seguía basando su juego en la fortaleza física y en los balones aéreos. En uno de esos llegó otro susto para los madrileños, que dejaron rematar solo dentro del área a Johansson. Su cabezazo lo sacó Ustari con una mano milagrosa, que daba vida a su equipo para la última jornada.
Pero en el último momento, cuando el árbitro acariciaba el silbato para pitar el final, apareció Andreasen dentro del área para rematar a la red un centro de Utaka desde la banda izquierda. En esta ocasión, Ustari no sacó su mano milagrosa. El empate daba esperanzas al equipo azulón, siempre y cuando el Young Boys no sacara los tres puntos ante el Stuttgart. Todo parecía ir bien hasta el tramo final del encuentro cuando los suizos dieron la vuelta al marcador y certificaron su triunfo y la eliminación del Getafe de la Europa League.