03/01/2010
Se rindió Phil Jackson: después de que se hubieran rendido los Sacramento Kings, en plena explosión del Staples Center. Por tercera vez en menos de un mes, Kobe Bean Bryant rescataba a los Lakers del abismo con una canasta decisiva, la sentencia sobre la bocina final.
El 4 de diciembre de 2009, Bryant salvó a los Lakers ante Miami Heat con un triple asombroso, coordinado (sí) y acosado por Dwyane Wade: 108-107. "Bryant tuvo suerte en ese tiro, sí: como Beethoven cuando le salió la Novena Sinfonía, o Michelangelo Buonarotti cuando esculpió La Piedad", escribió cierto gurú estadounidense...
El 16 de diciembre, en Milwaukee, Kobe volvió a hablar con Dios: zanjó la prórroga con un canastón de dos, sobre la bocina: 106-107, Lakers. Y el Día de Año Nuevo, en el Staples, Bryant (máximo anotador de la NBA a 30,6 puntos de media), regresó al cielo. Sin Evans ni Martin, los Kings
se fugaron: 32-52. Los Lakers, sin Artest, fueron recortando. Y, a falta de una décima, con 106-108 para los Kings, Bryant estampó otro triple decisivo: 109-108, a pase de Pau Gasol (17 puntos y 16 rebotes).
Los Lakers, más líderes. "Está justo en la misma clase que Michael Jordan... no sé cómo hacen esas maravillas", añoró Phil Jackson: las hacían, las hacen.
Los Lakers se alejan de nuevo
Su sexto triunfo por tres o menos puntos le vale a los Lakers, gracias al triple milagroso de Kobe Bryant, una nueva escapada en el liderato
de la Liga. Con los Celtics de capa caída y diezmados por las lesiones, los Cleveland Cavaliers asoman como grandes rivales de los Lakers. Cavaliers y Lakers chocan el día 21, en Cleveland. Hoy, los Lakers reciben a Dallas, que en octubre ya ganó en L. A.: sin Gasol.
Se rindió Phil Jackson: después de que se hubieran rendido los Sacramento Kings, en plena explosión del Staples Center. Por tercera vez en menos de un mes, Kobe Bean Bryant rescataba a los Lakers del abismo con una canasta decisiva, la sentencia sobre la bocina final.
El 4 de diciembre de 2009, Bryant salvó a los Lakers ante Miami Heat con un triple asombroso, coordinado (sí) y acosado por Dwyane Wade: 108-107. "Bryant tuvo suerte en ese tiro, sí: como Beethoven cuando le salió la Novena Sinfonía, o Michelangelo Buonarotti cuando esculpió La Piedad", escribió cierto gurú estadounidense...
El 16 de diciembre, en Milwaukee, Kobe volvió a hablar con Dios: zanjó la prórroga con un canastón de dos, sobre la bocina: 106-107, Lakers. Y el Día de Año Nuevo, en el Staples, Bryant (máximo anotador de la NBA a 30,6 puntos de media), regresó al cielo. Sin Evans ni Martin, los Kings
se fugaron: 32-52. Los Lakers, sin Artest, fueron recortando. Y, a falta de una décima, con 106-108 para los Kings, Bryant estampó otro triple decisivo: 109-108, a pase de Pau Gasol (17 puntos y 16 rebotes).
Los Lakers, más líderes. "Está justo en la misma clase que Michael Jordan... no sé cómo hacen esas maravillas", añoró Phil Jackson: las hacían, las hacen.
Los Lakers se alejan de nuevo
Su sexto triunfo por tres o menos puntos le vale a los Lakers, gracias al triple milagroso de Kobe Bryant, una nueva escapada en el liderato
de la Liga. Con los Celtics de capa caída y diezmados por las lesiones, los Cleveland Cavaliers asoman como grandes rivales de los Lakers. Cavaliers y Lakers chocan el día 21, en Cleveland. Hoy, los Lakers reciben a Dallas, que en octubre ya ganó en L. A.: sin Gasol.