Ni un paso atrás... pero tampoco ninguno hacia adelante. Ése podría ser el balance que han de sacar Racing y Real Sociedad tras este episodio en Santander. Un partido que fue intenso y muy interesante en su primer capítulo, pero que se convirtió en algo vulgar y casi intrascendente en su segunda mitad. Condicionado, probablemente, por la expulsión de Íñigo Martínez que frenó el impulso de los donostiarras.
Llegaba la Real con una racha de cuatro jornadas sin derrotas. Y sabiendo que había ganado aquí en El Sardinero en siete de sus últimas doce visitas. Pero el Racing le esperaba con el invicto a cuestas de su nuevo técnico, Juanjo González, y espoleado el local por el reciente 1-1 in extremis que rascó en Bilbao ante el Athletic (1-1).
El primer tiempo fue realmente bueno, de unos y otros. Comenzó mejor el Racing, abriendo el campo con Arana y Munitis, y buscándole las cosquillas a una defensa en la cual sorprendió ver a Demidov. Estrada pasó a la medular y entonces Íñigo Martínez y Mikel González se repartieron la parte izquierda de la zaga. Por allí hubo problemas.
Lo confirmó un desborde de Álvaro con posterior centro chut que soltó Claudio Bravo, sin que Stuani pudiese remacharlo a gol, y también con una aparición de Adrián sorprendiendo
desde segunda línea. Fue muy bueno todo el primer tiempo del ex Getafe,
al que se le reclama más presencia en el área rival, como a principios
de Liga.
Despertó la Real tras este achuchón inicial del Racing, y en cuanto comenzaron a jugar Vela, Griezmann y Agirretxe
el local dio dos pasos hacia atrás. Especialmente fino estaba éste
último, con grandes movimientos de distracción fuera del área, y también
Griezmann, que mandó un balón a la cepa del palo de Toño (m.10) tras un pase de Zututuza. Era el indicio de que la Real se metía en el partido.
Griezmann vuelve a ser el de antes / El extremo galo ha recuperado la confianza
Y fue a más el once de Philippe Montanier. A los 18, hubo otra ocasión clarísima de Griezmann, que perdonó el 0-1 tras un centro perfecto de Agirretxe. Colsa y Diop
no paraban a nadie en la medular y el sobre-esfuerzo de perseguir
sombras acabaría costándole caro al mediocentro español, que tendría que
ser sustituido por Tziolis. Antes de ello, Adrián casi anota el gol -lo evitó Bravo
lanzándose hacia adelante al minuto 31-, y el partido parecía que iba
de un dueño al otro. Pero nadie se quedaba con él, definitivamente.
Una tangana al filo del descanso acabaría trayendo consecuencias, especialmente a la Real. Íñigo González, que se metió en el fregado sin venir a cuento, fue amonestado, y una nueva tarjeta, ya en el segundo tiempo, le mandaría a las duchas (m.54). El Racing tenía más de media hora por delante para jugar en superioridad numérica.
Juanjo hizo lo que debía, mandar a los suyos hacia adelante -como por ejemplo, anunciando valentía con el cambio de Kennedy por Munitis, y luego el de Acosta por Adrián-, pero el Racing no estaba fresco de ideas. De hecho, la más clara fue de Álvaro, con un centro que acabó siendo remate y que fue escupido por el larguero de Bravo (m.64), aunque Griezmann demostró con otras dos ocasiones (m.60 y m.65) que la Real no había dicho aún la última palabra.
De allí al final, búsqueda inútil del Racing, con una última gran jugada de Lautaro Acosta que emuló a Diego Maradona...
pero se quedó sin fuelle (m.85). Y resistencia casi heroica de los
realistas con diez hombres, aunque sin pasar demasiados sobresaltos por
el gran trabajo de sus medios y sus centrales.
La Real, por tanto, acaba el año con una racha de cinco jornadas sin derrotas, mientras que son tres las que acumula el Racing, justamente desde que llegó Juanjo. Pero los cántabros entrarán en 2012 en zona de descenso, y los realistas tampoco andan demasiado aliviados: sólo dos puntos les separan del abismo.
Partido vulgar y sin goles un aburrimiento
Llegaba la Real con una racha de cuatro jornadas sin derrotas. Y sabiendo que había ganado aquí en El Sardinero en siete de sus últimas doce visitas. Pero el Racing le esperaba con el invicto a cuestas de su nuevo técnico, Juanjo González, y espoleado el local por el reciente 1-1 in extremis que rascó en Bilbao ante el Athletic (1-1).
El primer tiempo fue realmente bueno, de unos y otros. Comenzó mejor el Racing, abriendo el campo con Arana y Munitis, y buscándole las cosquillas a una defensa en la cual sorprendió ver a Demidov. Estrada pasó a la medular y entonces Íñigo Martínez y Mikel González se repartieron la parte izquierda de la zaga. Por allí hubo problemas.
Lo confirmó un desborde de Álvaro con posterior centro chut que soltó Claudio Bravo, sin que Stuani pudiese remacharlo a gol, y también con una aparición de Adrián sorprendiendo
desde segunda línea. Fue muy bueno todo el primer tiempo del ex Getafe,
al que se le reclama más presencia en el área rival, como a principios
de Liga.
Despertó la Real tras este achuchón inicial del Racing, y en cuanto comenzaron a jugar Vela, Griezmann y Agirretxe
el local dio dos pasos hacia atrás. Especialmente fino estaba éste
último, con grandes movimientos de distracción fuera del área, y también
Griezmann, que mandó un balón a la cepa del palo de Toño (m.10) tras un pase de Zututuza. Era el indicio de que la Real se metía en el partido.
Griezmann vuelve a ser el de antes / El extremo galo ha recuperado la confianza
Y fue a más el once de Philippe Montanier. A los 18, hubo otra ocasión clarísima de Griezmann, que perdonó el 0-1 tras un centro perfecto de Agirretxe. Colsa y Diop
no paraban a nadie en la medular y el sobre-esfuerzo de perseguir
sombras acabaría costándole caro al mediocentro español, que tendría que
ser sustituido por Tziolis. Antes de ello, Adrián casi anota el gol -lo evitó Bravo
lanzándose hacia adelante al minuto 31-, y el partido parecía que iba
de un dueño al otro. Pero nadie se quedaba con él, definitivamente.
Una tangana al filo del descanso acabaría trayendo consecuencias, especialmente a la Real. Íñigo González, que se metió en el fregado sin venir a cuento, fue amonestado, y una nueva tarjeta, ya en el segundo tiempo, le mandaría a las duchas (m.54). El Racing tenía más de media hora por delante para jugar en superioridad numérica.
Juanjo hizo lo que debía, mandar a los suyos hacia adelante -como por ejemplo, anunciando valentía con el cambio de Kennedy por Munitis, y luego el de Acosta por Adrián-, pero el Racing no estaba fresco de ideas. De hecho, la más clara fue de Álvaro, con un centro que acabó siendo remate y que fue escupido por el larguero de Bravo (m.64), aunque Griezmann demostró con otras dos ocasiones (m.60 y m.65) que la Real no había dicho aún la última palabra.
De allí al final, búsqueda inútil del Racing, con una última gran jugada de Lautaro Acosta que emuló a Diego Maradona...
pero se quedó sin fuelle (m.85). Y resistencia casi heroica de los
realistas con diez hombres, aunque sin pasar demasiados sobresaltos por
el gran trabajo de sus medios y sus centrales.
La Real, por tanto, acaba el año con una racha de cinco jornadas sin derrotas, mientras que son tres las que acumula el Racing, justamente desde que llegó Juanjo. Pero los cántabros entrarán en 2012 en zona de descenso, y los realistas tampoco andan demasiado aliviados: sólo dos puntos les separan del abismo.
Partido vulgar y sin goles un aburrimiento