Comienza la segunda vuelta de forma oficial en el campeonato español. Y no podría comenzar de forma mejor para el Real Madrid. Y es que a pesar de haber caído en la Copa del Rey este pasado miércoles, el partidazo ante el Barcelona en el Camp Nou ha hecho olvidar en gran parte todos los escándalos de la pasada semana tras el partido de ida.
El hecho de que el Real Madrid tuviera entre sus manos el cuello del FC.Barcelona, a punto de estrangularle deportivamente hablando, ha sido un bálsamo para los ánimos del madridismo, caldeados como hacía tiempo que no estaban. Y es que al 1-2 en el partido de ida se unieron las noticias de cisma en el vestuario, los rumores sobre el abandono de Mourinho a final de temporada, los pitos del Bernabéu al técnico blanco en el partido ante el Athletic, y una rueda de prensa un tanto enigmática del técnico blanco el día de antes de viajar a la Ciudad Condal. Circunstancias que, unidas en un intervalo de apenas cinco días, habían transformado a la Casa Blanca en poco menos que un polvorín a ojos del aficionado.
Sin embargo, la buena imagen en el estadio blaugrana ha reactivado todos esos mecanismos que tanto invitaban al optimismo hace apenas diez días. Y por si fuera poco, el calendario esta vez se ha aliado con el Real Madrid para que pueda seguir caminando firme en la Liga, pues vuelve a jugar en el Santiago Bernabéu, y ante un rival más que propicio: el Real Zaragoza.
Y es que, si bien en el deporte todo puede suceder y el propio Zaragoza ya logró ganar en el coliseo merengue contra todo pronóstico la temporada pasada, este equipo maño que visita la capital española pasa realmente por un momento muy bajo, tanto deportivamente como institucionalmente. El equipo marcha colista con cuatro veces menos puntos que el Real Madrid, y ya a siete puntos de los puestos de salvación. Manolo Jiménez ha cogido las riendas del equipo blanquillo este mes de enero después de que Javier Aguirre fuera destituido. Y en lo que al club se refiere, la afición clama masivamente contra su propio presidente, que no sólo no termina de dar con la tecla para que el equipo marche correctamente, sino que tampoco le salen las cuentas no sólo para reflotar la entidad, sino ni siquiera para mantenerla.
Es por ello que apostar por la victoria del Real Madrid este sábado como ya sucediera en el partido de la primera vuelta en La Romareda, es la combinación que seguro menos dinero aportará en las casas de apuestas. Es apostar por Goliat en un enfrentamiento ante David. Si gana este último, pasará a los anales de la historia, pero lo lógico sería el triunfo del primero. No en vano, Mourinho podrá contar además con casi todos sus efectivos, pues tan sólo se tendrán que ausentar forzosamente el sancionado Sergio Ramos, y los lesionados Khedira y Di María, que por otra parte llevan ya tiempo fuera del equipo.
Será interesante eso sí, comprobar cómo recibe el Santiago Bernabéu a sus jugadores y a su entrenador después del último partido en Barcelona. Y es que ante el Athletic, en el último choque disputado en el coliseo merengue, una gran parte de la afición acabó pitando al entrenador. Y quizás, tras la imagen exhibida en el Camp Nou, haya cambiado la forma de pensar de todos aquellos que hace apenas seis días mostraban públicamente su desacuerdo.
Partido claro para el Madrid que seguro que despues de quedar eliminado de la copa querra agarrarse a la liga y el Zaragoza puede pagar los platos rotos.
El hecho de que el Real Madrid tuviera entre sus manos el cuello del FC.Barcelona, a punto de estrangularle deportivamente hablando, ha sido un bálsamo para los ánimos del madridismo, caldeados como hacía tiempo que no estaban. Y es que al 1-2 en el partido de ida se unieron las noticias de cisma en el vestuario, los rumores sobre el abandono de Mourinho a final de temporada, los pitos del Bernabéu al técnico blanco en el partido ante el Athletic, y una rueda de prensa un tanto enigmática del técnico blanco el día de antes de viajar a la Ciudad Condal. Circunstancias que, unidas en un intervalo de apenas cinco días, habían transformado a la Casa Blanca en poco menos que un polvorín a ojos del aficionado.
Sin embargo, la buena imagen en el estadio blaugrana ha reactivado todos esos mecanismos que tanto invitaban al optimismo hace apenas diez días. Y por si fuera poco, el calendario esta vez se ha aliado con el Real Madrid para que pueda seguir caminando firme en la Liga, pues vuelve a jugar en el Santiago Bernabéu, y ante un rival más que propicio: el Real Zaragoza.
Y es que, si bien en el deporte todo puede suceder y el propio Zaragoza ya logró ganar en el coliseo merengue contra todo pronóstico la temporada pasada, este equipo maño que visita la capital española pasa realmente por un momento muy bajo, tanto deportivamente como institucionalmente. El equipo marcha colista con cuatro veces menos puntos que el Real Madrid, y ya a siete puntos de los puestos de salvación. Manolo Jiménez ha cogido las riendas del equipo blanquillo este mes de enero después de que Javier Aguirre fuera destituido. Y en lo que al club se refiere, la afición clama masivamente contra su propio presidente, que no sólo no termina de dar con la tecla para que el equipo marche correctamente, sino que tampoco le salen las cuentas no sólo para reflotar la entidad, sino ni siquiera para mantenerla.
Es por ello que apostar por la victoria del Real Madrid este sábado como ya sucediera en el partido de la primera vuelta en La Romareda, es la combinación que seguro menos dinero aportará en las casas de apuestas. Es apostar por Goliat en un enfrentamiento ante David. Si gana este último, pasará a los anales de la historia, pero lo lógico sería el triunfo del primero. No en vano, Mourinho podrá contar además con casi todos sus efectivos, pues tan sólo se tendrán que ausentar forzosamente el sancionado Sergio Ramos, y los lesionados Khedira y Di María, que por otra parte llevan ya tiempo fuera del equipo.
Será interesante eso sí, comprobar cómo recibe el Santiago Bernabéu a sus jugadores y a su entrenador después del último partido en Barcelona. Y es que ante el Athletic, en el último choque disputado en el coliseo merengue, una gran parte de la afición acabó pitando al entrenador. Y quizás, tras la imagen exhibida en el Camp Nou, haya cambiado la forma de pensar de todos aquellos que hace apenas seis días mostraban públicamente su desacuerdo.
Partido claro para el Madrid que seguro que despues de quedar eliminado de la copa querra agarrarse a la liga y el Zaragoza puede pagar los platos rotos.