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La Juventus consiguió sacar de Génova un resultado muy positivo y
que deja un sabor de boca dulcísimo después de haber hecho probablemente
la peor primera parte de la era Conte. El club bianconero juega el próximo martes contra el Chelsea y decidió dar descanso a varios jugadores fundamentales, entre ellos Arturo Vidal.
Vidal es uno de esos jugadores que destaca más cuando no se
encuentra sobre el campo que cuando está jugando. La decisión de Conte
de darle descanso justo antes del debut en la Champions League en
Stamford Bridge es aceptable ya que se trataba hoy de un partido que
enfrentaba a dos equipos a priori muy distantes en cuanto a
calidad, por lo que se podía pensar que la Juve sacaría un resultado
positivo sin su líder en la medular. Pero por muy poco ha estado cerca
de llevarse la primera derrota liguera desde que el barese es entrenador
juventino.
Y es que la ausencia de Vidal quitaba a la defensa bianconera
el faro referente que les apoya en la defensa y les sirve de salida en
los ataques. Hoy los tres de atrás se han visto superados en casi todo
momento con una ausencia de entendimiento muy preocupante sobre todo
para futuros partidos. El Genoa creaba muchísimo peligro de forma muy
simple: con balones largos llovidos a la carrera de Ciro Immobile o
Marco Borriello, que ganaban la mayoría de luchas con los zagueros
visitantes. Especialmente sorprendentes las bajas prestaciones de
Chiellini y Barzagli en el Marassi, a los que les faltaban también sus
dos referentes en los laterales, Lichtsteiner y Asamoah, también en el
banco.
Ante las rotaciones de Carrera, De Canio estableció un
centro del campo poderoso en lo físico para impedir que tanto Pirlo como
Marchisio crearan juego y se asociaran con Giovinco y Matri, hoy inerte
referencia ofensiva para el reposo de Vucinic. En ese sistema, el
desempeño de Seymour y Kucka fue sensacional. Cuando recuperaban el
balón, prácticamente siempre en posiciones lejanas del área propia,
lanzar las contras resultaba hasta sencillo, más aún con los errores
defensivos de la Juventus. Pero curiosamente, el gol de la ventaja rossoblu llegó en una jugada de toque y precisión, liderada y culminada por Immobile, que todavía pertenece a mitad con la Juve.
Lo mejor para los bianconeri
era llegar al descanso con una desventaja de sólo un gol y la consiguió
aguantar casi milagrosamente en el inicio del segundo tiempo, cuando el
Genoa gozó de hasta tres ocasiones clarísimas para sentenciar el
partido. Tras la última de ellas, en la que Buffon sacó un pie
prodigioso a un remate de Bertolacci, Vucinic, ingresado en el puesto de
Matri, dejó en la frontal para que Giaccherini empatara. Ahí se acabó
el partido.
La intensidad siguió siendo altísima y el Genoa trató
de devolver el golpe apenas recibido, pero las fuerzas de los de arriba
ya no eran las mismas y las ocasiones prácticamente se agotaron. Los
que descansaban hoy en la Juve demostraron por qué son los elegidos para
las rotaciones, es decir, por qué son los mejores. Sobre todo Asamoah,
que provocó el penalti para que Vucinic pusiera por delante al líder.
Después se encargó de empujar a la red una asistencia del propio
delantero montenegrino, dejando vista para sentencia la tercera victoria
consecutiva de la Vecchia Signora.
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