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El balón de las estrellas vuelve otra vez a escena después de tres
semanas, y lo hace con uno de los mejores partidos posibles de Europa a
día de hoy. El Real Madrid de Mourinho campeón de la Liga española
batiendo todos los récords posibles, contra el Borussia Dortmund campeón
de la emergente Bundesliga alemana y garante de un estiloso fútbol con
unos talentosos futbolistas que han enamorado al Viejo Continente. Y
todo ello en un marco de ensueño como el Westfalenstadion, envidia de un
fútbol español en acuciante crisis de espectadores en los estadios.
Un partido espectacular per sé, y que llega proyectado por la
posibilidad de que el Real Madrid dé un golpe al justamente llamado
Grupo de la Muerte. Después de ganar a Manchester City y Ajax, una nueva
victoria a domicilio le dejaría al Real Madrid la clasificación casi en
el bolsillo, con 9 puntos en su haber y dos partidos aún por jugarse en
el Santiago Bernabéu. Algo nunca esperado después de lo que deparó el
sorteo de la fase de grupo, y que flexibilizaría de alguna manera el
duro calendario con el que ha arrancado el Real Madrid.
Eso sí,
la historia dice que no será nada fácil para los hombres de José
Mourinho. Y es que Alemania no es un país que se le dé especialmente
bien al club blanco. De 23 partidos en tierras germanas, sólo ganó uno, y
no precisamente en Dortmund, donde ha empatado en los dos únicos
partidos que jugó allí. Sólo el Bayer Leverkusen hincó la rodilla en su
propio feudo frente al escudo blanco, y de eso hace ya doce años. Como
si el miedo escénico del Santiago Bernabéu se hubiera trasladado más
allá de las fronteras francesas.
Entreesas dos aguas planea el Real Madrid, sucumbir a Alemania o asustar a
Europa, casi como la economía española. Y para ello, José Mourinho
seguirá sin poder contar con sus laterales habituales: ni Alvaro
Arbeloa, ni Fabio Coentrao, ni Marcelo. Aunque eso sí, Michael Essien
está en perfectas condiciones para seguir ocupando el lateral izquierdo
como ya hizo ante el Celta de Vigo. Y encima Sami Khedira parece ya
recuperado, con lo que el técnico de Setúbal no necesitará formar con un
doble pivote tan creativo como el del pasado sábado en Liga:
Xabi-Modric.
Una situación aparentemente mucho menos traumática
que ante el Celta por tanto. Cierto que enfrente estará el Borussia
Dortmund y no el recién ascendido conjunto gallego, aunque eso sí, el
conjunto de Jurgen Klopp tampoco atraviesa su mejor momento ni mucho
menos. Una victoria en Champions le pondría por delante del Real Madrid
en la clasificación, pero su trayectoria en la Bundesliga es más que
sintomática, a doce puntos del líder Bayern de Múnich y tras caer
derrotado en casa por el Schalke 04 este mismo sábado.
Parte de
culpa la tiene la plaga de lesionados que sufre el cuadro teutón, que
seguramente no podrá contar con los Błaszczykowski, Hummels, Gündogan ni
Bender. Siendo precisamente la alta ocupación de sendas enfermerías de
lo poco que puede enturbiar un partido con verdadero sabor a Liga de
Campeones, más propio de la fase final que de la fase de grupos. Los
Piszczek, Gotze, Reus, Lewandowski, Ronaldo, Benzema, Di María y Ozil,
todos sanos, así lo aseguran.
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