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No hubo lugar para amistades entre Francia e Italia. Las ganas de
refrendar el cambio de estilo en ambas selecciones regaló al espectador
un bonito duelo que se saldó con victoria francesa. En este clásico
entre selecciones europeas, los italianos salieron mordiendo al campo, y
Ballotelli asustó en un par de ocasiones a Lloris, llegando incluso a
golpear la cruceta en su segundo intento.
Poco a poco, Francia se fue haciendo con el control del balón. Los
galos elaboraban las jugadas, tocaban y tocaban buscando un hueco que la
defensa de Cesare Prandelli se afanaba por ocultar. Los italianos, en
cambio, se dedicaban a robar y salir rápidos a la contra acabando cada
jugada para no dar oportunidad al rival.
En estas llegaría el gol
de El-Shaarawy. Un balón que despejaba la defensa italiana, Ballotelli
cedía de primeras para Montolivo, que enviaba un balón profundo para que
El-Shaarawy definiera entre las piernas de Lloris. Era el 1-0 en el
minuto 36 de partido.
No pudieron saborear los italianos su
ventaja demasiado tiempo, pues dos minutos más tarde, una jugada de
auténtico crack de Valbuena acabó con el mediapunta galo decidiendo que
ese balón debía acabar en la escuadra. Y así se hizo, llevando la
igualdad del terreno de juego hasta el marcador.
Tras el descanso
se sucedió el carrusel de cambios típico de estos amistosos. De este
modo, las piernas cada vez eran más frescas, y ambos conjuntos se
olvidaron de pizarras lanzándose a por la portería rival con verdadera
ambición.
Andrea Pirlo entró para darle la posesión a la
'azzurra' y Gomis lo hizo para buscar esa chispa que les había faltado a
los galos en ataque durante todo el partido. Ambos consiguieron su
propósito, pero el menudo delantero del Olympique de Lyon, además hizo
el segundo en el minuto 67 de partido tras un mal disparo de Patrice
Evra.
Francia consumaba la remontada en suelo italiano, y los
locales, heridos en su orgullo, se lanzaban sin tapujos a por un empate
que, según había transcurrido el encuentro, merecían. Se cambiaron los
papeles y ahora era Italia la dueña del balón y Francia la que salía a
la contra. Giovinco probó a Lloris desde lejos, Sirigu le hizo un
paradón a Menez e incluso se estrlló un balón en el larguero francés,
cortesía de Giaccherini, pero la victoria se quedó en el lado galo, que
suma una nueva alegría tras el empate frente a España.
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