Tras un año de ausencia, el Gilles Villeneuve regresa a la Fórmula 1.
Tras un año de ausencia que los promotores del Gran Premio canadiense han aprovechado para reasfaltar el circuito, la pista semiurbana de la isla de Notre Dame volverá a llenarse de velocidad y gasolina. Y lo hace en plena crisis interna de Red Bull. Los McLaren tratan de aprovecharse de la situación. Los muros del trazado Gilles Villeneuve pondrán a prueba a todos los participantes añadiendo un toque de peligro. Es hora de volver a flirtear con los muros.
Red Bull no quiere alas.-
Mark Webber y Sebastian Vettel han prometido que su choque en Turquía fue un caso aislado que no quieren repetir. Sus coches no deberán volver a volar fuera del asfalto. Pero nunca se puede decir nunca. Por si acaso, los McLaren estarán al acecho. En Turquía demostraron que son prácticamente los únicos que han alcanzado el ritmo de los todopoderosos Red Bull. La clasificatoria seguirá siendo clave para ganar la carrera. ¿Conseguirá Webber otra “pole”?
Los chicos de Christian Horner han monopolizado la primera posición de la parrilla en todas las carreras que llevamos de mundial, y podrían marcar un hito de seguir así. Sea como sea, lo harán sin conducto de aire, pues la escudería lo ha desestimado para esta prueba, a pesar de que a priori es propicia para este dispositivo aerodinámico: “No funcionaría correctamente”, asegura Horner reconociendo que tienen que perfeccionarlo. Y aunque parece que no les hace falta, no les vendría mal para defenderse de los McLaren, cada día más cerca de ellos.
Los muros volverán a ser claves en esta carrera de Canadá.
Nuevo asfalto para Montreal.-
En 1967 se celebró la exposición universal de Montreal. Parte de dicha exposición se celebró sobre la isla de Notre-Dame, una isla artificial emergida de la nada al utilizar toda la tierra proveniente de las excavaciones del metro de la ciudad canadiense en el año 1965. Enclavada dentro del término municipal de Montreal, Notre-Dame quedó encajonada así entre el Río San Lorenzo y el canal de remo más grande de América del Norte. En ese bonito paraje se construyó un moderno y coqueto circuito de Formula 1, donde desde 1978, se celebra en Gran Premio de Canadá. En nombre del mítico piloto canadiense de habla francófona Gilles Villeneuve, el trazado fué rebautizó en su honor en 1982, cuando perdió la vida en el autódromo belga de Zolder. Este año, tras numerosas quejas y aprovechando la ausencia en el calendario de 2009, los promotores lo han reasfaltado.
Sebastian Buemi, piloto de Toro Rosso, comprende que hacía falta: “Recuerdo que había problemas con el asfalto, y creo que en gran parte ha sido reasfaltado”. Así es: la empresa Shell Bitumen se ha encargado de la tarea, gracias a su experiencia en otros circuitos como Sepang, Sakhir, Hockenheim, Nurburgring y Singapur. Los crudos inviernos de Montreal habían destrozado la superficie del asfalto. Y es que el clima juega malas pasadas en este lugar. Y podría volver a hacerlo para este fin de semana: aunque todavía es algo pronto para hacer predicciones, las primeras hablan de riesgos altos de lluvia para la clasificatoria del sábado, aunque será menos acusado el domingo.
Vuelta virtual al circuito y análisis de la frenada de la Chicane anterior a la recta de meta.
Hamilton está deseando "repetir".-
La pista canadiense es en síntesis una combinación de grandes aceleraciones y fuertes frenadas. Todo un reto para motores y frenos. “Se adapta bien al MP4-25”, asegura Button. “Podremos sacar un buen partido de la combinación del motor Mercedes-Benz y nuestro conjunto aerodinámico para ser competitivos tanto en la clasificatoria como en la carrera”. Pero no hay nada definitivo: “El de Canadá siempre es un fin de semana impredecible”, asegura el campeón mundial. “Creo que este año tiene los ingredientes necesarios para convertirse en un clásico”.
Su compañero de equipo, Lewis Hamilton, está totalmente de acuerdo, esta pista es única. Y para él, más todavía: “Gané mi primera carrera aquí en 2007”. Y fue una carrera nada convencional: “Todavía tengo fantásticos recuerdos: la ‘pole’, el alocado número de coches de seguridad, las impredecibles últimas vueltas, y finalmente cruzar la línea de meta. Volver aquí en 2010 es fantástico, porque es una pista inolvidable”.
Ferrari debe reaccionar y ser competitivos.-
Tras calificar el Gran Premio de Turquía como “el peor” de la temporada para Ferrari, tanto la escudería italiana como el piloto español esperan resarcirse en la complicada pista de Montreal. Red Bull y McLaren se están alejando de su ritmo, e incluso Renault es una amenaza para Maranello. Todo pinta demasiado diferente al primer gran premio del año, donde el ovetense ganó por primera vez para Ferrari. Una sensación que no se ha vuelto a repetir.
Los errores y los fallos, tanto del equipo como del piloto, se han sucedido de forma alarmante. Las remontadas están marcando la temporada de Alonso, que no levanta cabeza y se aleja de las primeras posiciones. Él lo sabe más que nadie, y espera poder recuperarse: “Nuestro ritmo no es competitivo en comparación con Red Bull y McLaren. En Turquía luché contra equipos que estaban por detrás de nosotros”. Pero Ferrari tiene una clave de la que Alonso espera aprovecharse de aquí en adelante: “Tiene probablemente el mejor desarrollo durante la temporada. Admiraba su capacidad de reacción cuando era mi rival. Es la misma gente, así que podemos volver a hacerlo”.
En Canadá, para acelerar el proceso, Ferrari montará mejoras y actualizaciones que se completarán en Valencia, pero cuyos frutos deberín verse ya este mismo fin de semana en el G.P. de Canadá. “El circuito de Montreal se adapta mejor al F10 y creo que vamos a ser más competitivos”.
Pero que nadie se olvide de Michael Schumacher. El Kaiser está progresando y, a la chita callando, casi se sube al podio en Turquía. El cuarentón ha superado por fin a su compañero de equipo, Nico Rosberg, y no está aquí para pasar el rato. Canadá le trae buenos recuerdos. Y no es de extrañar, aquí ha ganado en siete ocasiones. Este fin de semana, muchos de esos recuerdos se volverán a revivir para una carrera apasionante.
Tras un año de ausencia que los promotores del Gran Premio canadiense han aprovechado para reasfaltar el circuito, la pista semiurbana de la isla de Notre Dame volverá a llenarse de velocidad y gasolina. Y lo hace en plena crisis interna de Red Bull. Los McLaren tratan de aprovecharse de la situación. Los muros del trazado Gilles Villeneuve pondrán a prueba a todos los participantes añadiendo un toque de peligro. Es hora de volver a flirtear con los muros.
Red Bull no quiere alas.-
Mark Webber y Sebastian Vettel han prometido que su choque en Turquía fue un caso aislado que no quieren repetir. Sus coches no deberán volver a volar fuera del asfalto. Pero nunca se puede decir nunca. Por si acaso, los McLaren estarán al acecho. En Turquía demostraron que son prácticamente los únicos que han alcanzado el ritmo de los todopoderosos Red Bull. La clasificatoria seguirá siendo clave para ganar la carrera. ¿Conseguirá Webber otra “pole”?
Los chicos de Christian Horner han monopolizado la primera posición de la parrilla en todas las carreras que llevamos de mundial, y podrían marcar un hito de seguir así. Sea como sea, lo harán sin conducto de aire, pues la escudería lo ha desestimado para esta prueba, a pesar de que a priori es propicia para este dispositivo aerodinámico: “No funcionaría correctamente”, asegura Horner reconociendo que tienen que perfeccionarlo. Y aunque parece que no les hace falta, no les vendría mal para defenderse de los McLaren, cada día más cerca de ellos.
Los muros volverán a ser claves en esta carrera de Canadá.
Nuevo asfalto para Montreal.-
En 1967 se celebró la exposición universal de Montreal. Parte de dicha exposición se celebró sobre la isla de Notre-Dame, una isla artificial emergida de la nada al utilizar toda la tierra proveniente de las excavaciones del metro de la ciudad canadiense en el año 1965. Enclavada dentro del término municipal de Montreal, Notre-Dame quedó encajonada así entre el Río San Lorenzo y el canal de remo más grande de América del Norte. En ese bonito paraje se construyó un moderno y coqueto circuito de Formula 1, donde desde 1978, se celebra en Gran Premio de Canadá. En nombre del mítico piloto canadiense de habla francófona Gilles Villeneuve, el trazado fué rebautizó en su honor en 1982, cuando perdió la vida en el autódromo belga de Zolder. Este año, tras numerosas quejas y aprovechando la ausencia en el calendario de 2009, los promotores lo han reasfaltado.
Sebastian Buemi, piloto de Toro Rosso, comprende que hacía falta: “Recuerdo que había problemas con el asfalto, y creo que en gran parte ha sido reasfaltado”. Así es: la empresa Shell Bitumen se ha encargado de la tarea, gracias a su experiencia en otros circuitos como Sepang, Sakhir, Hockenheim, Nurburgring y Singapur. Los crudos inviernos de Montreal habían destrozado la superficie del asfalto. Y es que el clima juega malas pasadas en este lugar. Y podría volver a hacerlo para este fin de semana: aunque todavía es algo pronto para hacer predicciones, las primeras hablan de riesgos altos de lluvia para la clasificatoria del sábado, aunque será menos acusado el domingo.
Vuelta virtual al circuito y análisis de la frenada de la Chicane anterior a la recta de meta.
Hamilton está deseando "repetir".-
La pista canadiense es en síntesis una combinación de grandes aceleraciones y fuertes frenadas. Todo un reto para motores y frenos. “Se adapta bien al MP4-25”, asegura Button. “Podremos sacar un buen partido de la combinación del motor Mercedes-Benz y nuestro conjunto aerodinámico para ser competitivos tanto en la clasificatoria como en la carrera”. Pero no hay nada definitivo: “El de Canadá siempre es un fin de semana impredecible”, asegura el campeón mundial. “Creo que este año tiene los ingredientes necesarios para convertirse en un clásico”.
Su compañero de equipo, Lewis Hamilton, está totalmente de acuerdo, esta pista es única. Y para él, más todavía: “Gané mi primera carrera aquí en 2007”. Y fue una carrera nada convencional: “Todavía tengo fantásticos recuerdos: la ‘pole’, el alocado número de coches de seguridad, las impredecibles últimas vueltas, y finalmente cruzar la línea de meta. Volver aquí en 2010 es fantástico, porque es una pista inolvidable”.
Ferrari debe reaccionar y ser competitivos.-
Tras calificar el Gran Premio de Turquía como “el peor” de la temporada para Ferrari, tanto la escudería italiana como el piloto español esperan resarcirse en la complicada pista de Montreal. Red Bull y McLaren se están alejando de su ritmo, e incluso Renault es una amenaza para Maranello. Todo pinta demasiado diferente al primer gran premio del año, donde el ovetense ganó por primera vez para Ferrari. Una sensación que no se ha vuelto a repetir.
Los errores y los fallos, tanto del equipo como del piloto, se han sucedido de forma alarmante. Las remontadas están marcando la temporada de Alonso, que no levanta cabeza y se aleja de las primeras posiciones. Él lo sabe más que nadie, y espera poder recuperarse: “Nuestro ritmo no es competitivo en comparación con Red Bull y McLaren. En Turquía luché contra equipos que estaban por detrás de nosotros”. Pero Ferrari tiene una clave de la que Alonso espera aprovecharse de aquí en adelante: “Tiene probablemente el mejor desarrollo durante la temporada. Admiraba su capacidad de reacción cuando era mi rival. Es la misma gente, así que podemos volver a hacerlo”.
En Canadá, para acelerar el proceso, Ferrari montará mejoras y actualizaciones que se completarán en Valencia, pero cuyos frutos deberín verse ya este mismo fin de semana en el G.P. de Canadá. “El circuito de Montreal se adapta mejor al F10 y creo que vamos a ser más competitivos”.
Pero que nadie se olvide de Michael Schumacher. El Kaiser está progresando y, a la chita callando, casi se sube al podio en Turquía. El cuarentón ha superado por fin a su compañero de equipo, Nico Rosberg, y no está aquí para pasar el rato. Canadá le trae buenos recuerdos. Y no es de extrañar, aquí ha ganado en siete ocasiones. Este fin de semana, muchos de esos recuerdos se volverán a revivir para una carrera apasionante.