Cuando Pirlo funciona, poco puede hacer el rival, más allá de dedicar uno o dos hombres propios a estar encima del 21 cual sombra perenne sobre su espalda. De lo contrario, el de la barba se sube al estrado para impartir una de sus clases magistrales, marca registrada Pirlo21. Esa clase llega mucho mejor al oído de los oyentes cuando en el primer minuto de juego, antes casi de sentarse en sus asientos, los asistentes de Nápoles reciben un primer gol. En fuera de juego, todo hay que decirlo, pero Llorente sigue de dulce en cuanto a su relación con el gol se refiere. Y con suerte, porque le cayó a él la pelota disparada por Isla en la frontal después de que rebotase en el talón de Vidal. Entonces Pirlo dio su conferencia a sabiendas de ser el más inteligente en la verde sala rectangular del Juventus Stadium. Estaban Inler y Behrami intentando coger apuntes a lo que decía el italiano, pero no eran capaces ni de sacar el bolígrafo y el papel de la mochila.
La Juventus fue la Juventus que tiene que ser durante toda la primera parte. Una presión asfixiante en todo el campo, todos los jugadores sabiendo qué tenían que hacer, cuándo lo tenían que hacer y dónde lo tenían que hacer en todo el momento. La intensidad era, indudablemente, insostenible durante los noventa minutos, pero con ese ritmo tanto de juego como de ocasiones podía haber sentenciado el encuentro en el primer tiempo. En total, al final del encuentro, hasta ocho jugadores diferentes de la Juve habían rematado sobre la portería de Pepe Reina, que a pesar de llevarse tres goles, fue sin duda el mejor de su equipo.
No había salida por ningún lado para el Nápoles, no había hueco en el centro del campo, bien cubierto por Pirlo, Pogba y Vidal, tampoco en las bandas, siendo el de hoy el mejor partido de Mauricio Isla desde que está en la Juventus. La única solución que tenía el equipo de Benítez era buscar en largo a Higuaín y entonces empezar a partir de una segunda jugada que, por lo general, terminaba casi siempre Insigne y muy bien. De hecho, Buffon hizo también un encuentro enorme, como todos sus compañeros, con varias intervenciones de mérito.
El 1-0 al descanso era lo mejor para el Nápoles. Sólo un gol en contra después de haber sufrido un apabullante dominio de la mejor versión de la Juve de Conte. Es decir, tenía toda la vida posible por delante para tratar de sacar algo positivo del encuentro. En la reanudación trató de aprovechar el bajón físico de la Juventus, más replegada atrás y aguantando, para tener la pelota, organizarse desde el balón para atacar la buena organización defensiva bianconera, pero sin premio, casi sin ocasiones claras.
Esa mejora partenopea la organizaban Inler y Behrami y la participación de Hamsik fue casi nula, sin demasiada influencia en el juego y eso lo pagó mucho su equipo. Tras la marcha de Lavezzi y Cavani y la suplencia de Cannavaro, es el superviviente de los jugadores que han hecho grande a este Nápoles y tiene que asumir mucho más liderazgo del que suele mostrar en los partidos importantes. Al contrario que hace Pirlo, que aunque su discurso en la ponencia magistral había perdido fuerza, se recuperó con una folha seca para guardar en vídeo y ver cada mañana cuatro o cinco veces. Un gol que hace menos bonito el de Pogba, una volea descomunal desde unos 25 metros.
La victoria de la Juventus le hace beneficiarse del sorprendente empate de la Roma en casa contra el Sassuolo y se pone segunda a apenas un punto de los giallorossi. El Nápoles en cambio se queda a cinco del líder del calcio.Fuente goal.com
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La Juventus fue la Juventus que tiene que ser durante toda la primera parte. Una presión asfixiante en todo el campo, todos los jugadores sabiendo qué tenían que hacer, cuándo lo tenían que hacer y dónde lo tenían que hacer en todo el momento. La intensidad era, indudablemente, insostenible durante los noventa minutos, pero con ese ritmo tanto de juego como de ocasiones podía haber sentenciado el encuentro en el primer tiempo. En total, al final del encuentro, hasta ocho jugadores diferentes de la Juve habían rematado sobre la portería de Pepe Reina, que a pesar de llevarse tres goles, fue sin duda el mejor de su equipo.
No había salida por ningún lado para el Nápoles, no había hueco en el centro del campo, bien cubierto por Pirlo, Pogba y Vidal, tampoco en las bandas, siendo el de hoy el mejor partido de Mauricio Isla desde que está en la Juventus. La única solución que tenía el equipo de Benítez era buscar en largo a Higuaín y entonces empezar a partir de una segunda jugada que, por lo general, terminaba casi siempre Insigne y muy bien. De hecho, Buffon hizo también un encuentro enorme, como todos sus compañeros, con varias intervenciones de mérito.
El 1-0 al descanso era lo mejor para el Nápoles. Sólo un gol en contra después de haber sufrido un apabullante dominio de la mejor versión de la Juve de Conte. Es decir, tenía toda la vida posible por delante para tratar de sacar algo positivo del encuentro. En la reanudación trató de aprovechar el bajón físico de la Juventus, más replegada atrás y aguantando, para tener la pelota, organizarse desde el balón para atacar la buena organización defensiva bianconera, pero sin premio, casi sin ocasiones claras.
Esa mejora partenopea la organizaban Inler y Behrami y la participación de Hamsik fue casi nula, sin demasiada influencia en el juego y eso lo pagó mucho su equipo. Tras la marcha de Lavezzi y Cavani y la suplencia de Cannavaro, es el superviviente de los jugadores que han hecho grande a este Nápoles y tiene que asumir mucho más liderazgo del que suele mostrar en los partidos importantes. Al contrario que hace Pirlo, que aunque su discurso en la ponencia magistral había perdido fuerza, se recuperó con una folha seca para guardar en vídeo y ver cada mañana cuatro o cinco veces. Un gol que hace menos bonito el de Pogba, una volea descomunal desde unos 25 metros.
La victoria de la Juventus le hace beneficiarse del sorprendente empate de la Roma en casa contra el Sassuolo y se pone segunda a apenas un punto de los giallorossi. El Nápoles en cambio se queda a cinco del líder del calcio.Fuente goal.com
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