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El Bayern ha sumado su décima victoria en Champions, superando el récord que ostentaba el Barcelona desde el curso 2002-03. Los goles de Robben, Götze y Müller han servido para doblegar a un CSKA que tuvo buenos tramos de juego durante el segundo tiempo. El triunfo permite a los teutones casi asegurarse el primer puesto de la tabla, a la espera de lo que haga el Manchester City y de lo que ocurra en la última jornada -donde se enfrentarán ambos-.
El frío y la nieve recibieron a ambos conjuntos cuando saltaron al Khimki Arena, complicando la estabilidad de los jugadores sobre el duro césped y el control del esférico. Con tales circunstancias, el CSKA se mostraba más cómodo y prueba de ello eran las oportunidades que caían del lado local a través de los saques de esquina lanzados por Tosic y Honda.
Pero el Bayern es el Bayern, el campeón de Europa sólo necesitaba su primer ataque para abrir el marcador. Una jugada de tiralíneas con un servicio en profundidad de Kross, tras robo al rival, para que Müller desde la izquierda pusiera el balón hacia atrás donde Robben fusilaba al palo corto. Rápido y efectivo. La maquinaria bávara apenas había calentado motores y ya superaba a su oponente. La peor noticia para el cuadro de Pep Guardiola era la lesión de Lahn. El versátil jugador alemán pedía el relevo tras sentir molestias.
El dominio muniqués crecía a medida que los futbolistas del Bayern se acostumbraban al bote y tacto del cuero, pero el monólogo germano se veía frenado con el pequeño paréntesis proporcionado por Musa y Honda, quienes desperdiciaban dos llegadas ante Neuer. El japonés disponía de otra ocasión más en línea de gol que sorprendentemente se perdía en el limbo. Se trataba de los mejores minutos de los moscovitas, capitaneados por el irregular Honda.
La mejor manera de zanjar la revolución de los rusos era volviendo a mover el electrónico y eso fue lo que hizo Mario Götze tras una exquisita acción personal combinando fintas y regates que concluían con un remate cruzado, batiendo a Akinfeev. Acto seguido, los azulgranas disponían de una pena máxima por mano de Dante que el nipón se encargaba de transformar. La emoción regresaba al Khimki Arena con mucho tiempo por delante.
Poco duraba la alegría en el CSKA. Otra acción individual de Götze acababa con el balón estrellándose en el palo, el rebote lo recogía Robben quien era objeto de penalti. El lanzamiento desde los once metros lo ejecutaba Müller para sentenciar definitivamente un duelo que confirma el estupendo estado de forma del equipo bávaro, incluso bajo condiciones adversas como las que han vivido hoy en Rusia. Fuente goal.com
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El frío y la nieve recibieron a ambos conjuntos cuando saltaron al Khimki Arena, complicando la estabilidad de los jugadores sobre el duro césped y el control del esférico. Con tales circunstancias, el CSKA se mostraba más cómodo y prueba de ello eran las oportunidades que caían del lado local a través de los saques de esquina lanzados por Tosic y Honda.
Pero el Bayern es el Bayern, el campeón de Europa sólo necesitaba su primer ataque para abrir el marcador. Una jugada de tiralíneas con un servicio en profundidad de Kross, tras robo al rival, para que Müller desde la izquierda pusiera el balón hacia atrás donde Robben fusilaba al palo corto. Rápido y efectivo. La maquinaria bávara apenas había calentado motores y ya superaba a su oponente. La peor noticia para el cuadro de Pep Guardiola era la lesión de Lahn. El versátil jugador alemán pedía el relevo tras sentir molestias.
El dominio muniqués crecía a medida que los futbolistas del Bayern se acostumbraban al bote y tacto del cuero, pero el monólogo germano se veía frenado con el pequeño paréntesis proporcionado por Musa y Honda, quienes desperdiciaban dos llegadas ante Neuer. El japonés disponía de otra ocasión más en línea de gol que sorprendentemente se perdía en el limbo. Se trataba de los mejores minutos de los moscovitas, capitaneados por el irregular Honda.
La mejor manera de zanjar la revolución de los rusos era volviendo a mover el electrónico y eso fue lo que hizo Mario Götze tras una exquisita acción personal combinando fintas y regates que concluían con un remate cruzado, batiendo a Akinfeev. Acto seguido, los azulgranas disponían de una pena máxima por mano de Dante que el nipón se encargaba de transformar. La emoción regresaba al Khimki Arena con mucho tiempo por delante.
Poco duraba la alegría en el CSKA. Otra acción individual de Götze acababa con el balón estrellándose en el palo, el rebote lo recogía Robben quien era objeto de penalti. El lanzamiento desde los once metros lo ejecutaba Müller para sentenciar definitivamente un duelo que confirma el estupendo estado de forma del equipo bávaro, incluso bajo condiciones adversas como las que han vivido hoy en Rusia. Fuente goal.com
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