No hay ninguna duda de que este año puede ser otra vez la temporada del Bayern Múnich. El triplete del pasado curso - conseguido por Jupp Heynckes- situó el punto de exigencia a un nivel muy alto para Pep Guardiola, quien ha asumido el reto de reeditar dichos éxitos. Bajo la dirección del entrenador catalán, el cuadro bávaro no ha perdido un ápice de su contundencia en cuanto a resultados, aunque las lagunas defensivas sigan generando dudas en el aficionado muniqués.
Los registros conseguidos la anterior campaña están teniendo su continuidad. Son 38 jornadas consecutivas sin que el Bayern conozca la derrota en Bundesliga y la tendencia se ha trasladado a la Champions League donde suman 10 triunfos encadenados, superando el récord que ostentaba el Barcelona en la campaña 2002-03. Con este panorama de superioridad llega el colista de la Liga alemana al Allianz Arena.
El Eintracht Braunschweig está pagando todavía la novatada en su regreso a la máxima categoría. Los de la Baja Sajonia necesitaron nada menos que cinco partidos para sumar su primer punto en el torneo. Un peaje alto para un club que levantó la ensaladera en 1967 y que no quiere que su paso por la primera división sea anecdótico, como le pasó recientemente al Greuther Fürth. De hecho, los azul y amarillo han dado varios zarpazos que no han pasado desapercibidos -frente a Wolfsburgo y Bayer Leverkusen, especialmente-. Un halo de esperanza para afrontar el partido ante el intratable líder de Alemania.
A pesar de los números acumulados y de las marcas superadas, la brecha abierta por el Bayern es todavía corta. Es cierto que el Borussia Dortmund está a siete puntos pero el Bayer Leverkusen sigue aguantando, a rebufo, el ritmo del campeón. El conjunto de la 'aspirina' se mantiene con la pegada de Kiessling y amenaza como un terrible dolor de cabeza a los de Baviera, sólo han concedido dos derrotas y una de ellas fue ante el Eintracht Braunschweig. Un león irregular con piel de cordero que ansía con dar la campanada en Múnich.
Fuente goal.com
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El Eintracht Braunschweig está pagando todavía la novatada en su regreso a la máxima categoría. Los de la Baja Sajonia necesitaron nada menos que cinco partidos para sumar su primer punto en el torneo. Un peaje alto para un club que levantó la ensaladera en 1967 y que no quiere que su paso por la primera división sea anecdótico, como le pasó recientemente al Greuther Fürth. De hecho, los azul y amarillo han dado varios zarpazos que no han pasado desapercibidos -frente a Wolfsburgo y Bayer Leverkusen, especialmente-. Un halo de esperanza para afrontar el partido ante el intratable líder de Alemania.
A pesar de los números acumulados y de las marcas superadas, la brecha abierta por el Bayern es todavía corta. Es cierto que el Borussia Dortmund está a siete puntos pero el Bayer Leverkusen sigue aguantando, a rebufo, el ritmo del campeón. El conjunto de la 'aspirina' se mantiene con la pegada de Kiessling y amenaza como un terrible dolor de cabeza a los de Baviera, sólo han concedido dos derrotas y una de ellas fue ante el Eintracht Braunschweig. Un león irregular con piel de cordero que ansía con dar la campanada en Múnich.
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