El gol del año y un rebote fue lo único que pudo con Keylor Navas en el Sánchez Pizjuán. El portero del Levante fue la piedra sobre la que Joaquín Caparrós cimentó su victoria por 2-3 frente al Sevilla en un alarde de pegada de los valencianos.
La propuesta inicial de los sevillistas fue la que empieza a ser habitual en casa, dos puntas con intercambio continuo de posiciones y presión alta para acogotar a su rival atrás desdel el principio. Rápidamente los saques de esquina se sucedían ante el achique granota y Vitolo desperdiciaba la primera ocasión clara ante una doble parada del de siempre, de Keylor Navas.
Coke saca los pañuelos
El Sevilla dominaba sin discusón la bola y por momentos su toque y su presión desbordaban al Levante que salió con su guión defensivo bien aprendido. El gol se olisqueaba y acabaría llegando con un mágico chut de Coke que se coló por la escuadra de Navas. El tanto hacia justicia pero no mataba a unos valencianos que aún tenían mucho que decir. Barral, único hombre dispuesto a inquietar a Beto, rompió la cintura a Fazio y este sólo puedo hacerle penalti. El "7" lo transformaba y daba aire a los suyos.
La igualada fue un mazazo para los andaluces, su presión se relajó y los pases de Rakitic ya no encontraban los mismos desmarques, el Levante había resucitado y había dejado sin efecto la primera gran ofensiva sevillista con un meritorio empate al descanso. Caparrós se vino arriba en vestuarios y sacó a El Zhar en la reanudación para ir con todo a por los tres puntos pero sin renunciar a su inequívoco estilo de juego.
A pesar de las nuevas armas de Caparrós, las ocasiones eran sevillistas y Gameiro avisó con un disparo al larguero. La claridad en el centro del campo estaba en discusión ante Diop pero una vez en la frontal, el Sevilla tenía el gol en la punta de la lengua y sólo la inspiración de Keylor evitaba que llegase el segundo e incluso el palo se aliaba con el guaraní para repeler a Rakitic. El capitán fue sevillista fue a los once metros tras una mano de Diop pero no la supo meter.
Los milagros de Keylor
Keylor, figura indiscutible, se entretuvo en volver a amargar al croata sacando una mano de ensueño a un cabezazo posterior y ante el asedio infructuoso, Emery quiso darle más profundidad a la banda izquierda metiendo a un lateral más ofensivo como Figueiras. Ahí llegaría la "vendetta" de Rakitic que fusilaría por fin la red levantinista con un disparo que tropezó en un defensa, sólo así se podía batir a Navas.
Si poco le duró la alegría al Sevilla en la primera parte, menos aún lo haría tras el segundo. Ivanschitz se aventuraba por primera vez a verle la cara a Beto y su centro lo clavó en la escuadra Vyntra. 2-2 y los de Nervión a remar otra vez contra Keylor y su muralla defensiva pero el que haría el tercero sería el Levante. Córner que pone Ivanschitz y Simao acaba reamachando a las mallas. La efectividad de los granotas mataba el dominio nervionense.
La recta fnal del partido fue un quiero y no puedo sevillista, expulsión de Jairo incluida, ante una defensa visitante que despejaba todo lo que llegaba a sus dominios. Los nervios volvieron impreciso a un Sevilla que murió con la ventaja visitante. Keylor Navas y la pegada del Levante condenan a Unai Emery a las dudas de su afición y a seguir mirando a Europa desde muy lejos. Fuente goal.com
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La propuesta inicial de los sevillistas fue la que empieza a ser habitual en casa, dos puntas con intercambio continuo de posiciones y presión alta para acogotar a su rival atrás desdel el principio. Rápidamente los saques de esquina se sucedían ante el achique granota y Vitolo desperdiciaba la primera ocasión clara ante una doble parada del de siempre, de Keylor Navas.
Coke saca los pañuelos
El Sevilla dominaba sin discusón la bola y por momentos su toque y su presión desbordaban al Levante que salió con su guión defensivo bien aprendido. El gol se olisqueaba y acabaría llegando con un mágico chut de Coke que se coló por la escuadra de Navas. El tanto hacia justicia pero no mataba a unos valencianos que aún tenían mucho que decir. Barral, único hombre dispuesto a inquietar a Beto, rompió la cintura a Fazio y este sólo puedo hacerle penalti. El "7" lo transformaba y daba aire a los suyos.
La igualada fue un mazazo para los andaluces, su presión se relajó y los pases de Rakitic ya no encontraban los mismos desmarques, el Levante había resucitado y había dejado sin efecto la primera gran ofensiva sevillista con un meritorio empate al descanso. Caparrós se vino arriba en vestuarios y sacó a El Zhar en la reanudación para ir con todo a por los tres puntos pero sin renunciar a su inequívoco estilo de juego.
A pesar de las nuevas armas de Caparrós, las ocasiones eran sevillistas y Gameiro avisó con un disparo al larguero. La claridad en el centro del campo estaba en discusión ante Diop pero una vez en la frontal, el Sevilla tenía el gol en la punta de la lengua y sólo la inspiración de Keylor evitaba que llegase el segundo e incluso el palo se aliaba con el guaraní para repeler a Rakitic. El capitán fue sevillista fue a los once metros tras una mano de Diop pero no la supo meter.
Los milagros de Keylor
Keylor, figura indiscutible, se entretuvo en volver a amargar al croata sacando una mano de ensueño a un cabezazo posterior y ante el asedio infructuoso, Emery quiso darle más profundidad a la banda izquierda metiendo a un lateral más ofensivo como Figueiras. Ahí llegaría la "vendetta" de Rakitic que fusilaría por fin la red levantinista con un disparo que tropezó en un defensa, sólo así se podía batir a Navas.
Si poco le duró la alegría al Sevilla en la primera parte, menos aún lo haría tras el segundo. Ivanschitz se aventuraba por primera vez a verle la cara a Beto y su centro lo clavó en la escuadra Vyntra. 2-2 y los de Nervión a remar otra vez contra Keylor y su muralla defensiva pero el que haría el tercero sería el Levante. Córner que pone Ivanschitz y Simao acaba reamachando a las mallas. La efectividad de los granotas mataba el dominio nervionense.
La recta fnal del partido fue un quiero y no puedo sevillista, expulsión de Jairo incluida, ante una defensa visitante que despejaba todo lo que llegaba a sus dominios. Los nervios volvieron impreciso a un Sevilla que murió con la ventaja visitante. Keylor Navas y la pegada del Levante condenan a Unai Emery a las dudas de su afición y a seguir mirando a Europa desde muy lejos. Fuente goal.com
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