El Real Madrid vio pasar el tren del liderato y fue incapaz de subirse este domingo. Lo impidió primero el Atlético ganando a la Real Sociedad, y cuando se empezaba a vislumbrar la segunda plaza como premio de consolación, el Athletic arruinó las esperanzas merengues. En un partido físico y de intensidad donde en la primera parte hubo alternancia en el dominio, Jesé adelantó a los merengues en el minuto 65 tras una buena jugada colectiva. Pero Ibai devolvió la igualdad en el marcador unos minutos después con un fortísimo chut. Justo antes de que Ayza Gámez expulsara a Ronaldo por un encontronazo con Gurpegui e Iturraspe. El broche final a un partido más que movido y tenso que a la postre dejó descontentos a los dos equipos por igual con el reparto de puntos.
Un Real Madrid arrollador de inicio. Andaban muchos todavía preguntándose por qué el Athletic no portaba brazaletes negros, y por qué algunos de sus aficionados necesitaban pitar durante el minuto de silencio en memoria de Luis Aragonés, cuando el equipo blanco llevaba ya dos disparos en San Mamés. El mejor anticipo posible del animoso partido que estaba por venir. Los blancos robaban el balón en campo contrario y salían como centellas. Ronaldo y Di María probaron a Gorka antes de que se cumplieran noventa segundos siquiera, para que unos minutos más tarde Jesé dejara un serio aviso tras levantarle las pegatinas a Mikel Rico en la banda derecha.
Aduriz cambia el guión de la primera parte. Sólo un cuarto de hora le duró el dominio a los blancos, eso sí: el tiempo que tardó Aduriz en hacer dos jugadas individuales que levantaron el ánimo de los rojiblancos. Una de ellas la desbarató Sergio Ramos in extremis, y en la otra, el delantero local envió fuera su disparo en el mano a mano con Diego López. Un minuto más tarde, a Muniain le faltaron treinta centímetros de pierna tan sólo para alcanzar un centro lateral en boca de gol. Y ya fue cuando definitivamente el Athletic se hizo dueño y señor del partido, impidiendo a los blancos salir siquiera de su propio campo a base de su ya clásica intensidad y una más que depurada clarividencia con el balón en los pies.
Jesé firma su triplete dorado. Algo debió pasar en el vestuario merengue durante el descanso. Llámenlo Ancelottina, o como quieran. Pero el caso es que el Real Madrid salió con su cara más batalladora en la segunda parte. El Athletic había planteado un partido físico e intenso, y en lugar de refugiarse en las faldas de Ayza Gámez como por momentos pareció, los blancos aceptaron el envite, remangándose las mangas. Y desde ahí fue como los visitantes recuperaron el control del partido. Modric, Benzema, Di María y Ronaldo –en fuera de juego- probaron a Gorka Iraizoz, y a los veinte minutos de la segunda parte fue cuando el cántaro acabó rompiéndose. Benzema abrió en profundidad a Cristiano, que centró en lugar de disparar para que Jesé rematara en boca de gol, poniendo el 0-1 en el electrónico. Ya marcó en Camp Nou, también en Mestalla, y ahora en San Mamés ya conocen también cómo se las gasta el ‘20’ merengue.
Ibai Gómez y Ayza Gámez devuelven las riendas al Athletic. Fue apenas en un minuto. Rondaba la media hora de la segunda parte y el Real Madrid apenas había disfrutado de su ventaja durante ocho minutos. Ibai acababa de saltar al campo, y la primera vez que tocó el balón, lo reventó. Empalmó al primer toque un rechace a una falta y su chut atravesó todo el área de forma fulgurante para colarse en la portería blanca tras tocar en el palo. El primer gol que encajaba el Real Madrid en todo el 2014, y en el peor momento posible. Máxime cuando, apenas segundos después, Ayza Gámez expulsó a Cristiano Ronaldo en un lance un tanto discutible. El luso reclamaba una falta, Gurpegui se lo recriminó a cuatro centímetros de la cara, y el ‘7’ le tocó la jeta. Uno hizo aspavientos, encima llegó también Iturraspe por detrás a encararse con el luso, y al final fue Cristiano el que terminó expulsado. Muy discutible el listón que puso el trencilla en un partido que nunca fue de guante blanco precisamente. Demasiado castigo quizás en un partido donde volaron patadas por ambos bandos.
Acoso sin frutos. La expulsión le dio alas al Athletic en el último cuarto de hora de partido, como no podía ser de otra manera. Ibai todavía pudo marcar un gol parecido al que ya anotó, pero su volea esta vez sí la detuvo Diego López. Y fueron varios los avisos que lanzó el equipo rojiblanco al gallego mientras Ancelotti daba minutos a los Morata y Varane. Sea como fuere, supo cerrarse el Real Madrid para, ya que no podía sumar los tres puntos que le dieran la segunda plaza, al menos sumar uno que le mantuviera de lleno en la carrera por el título. Esta Liga todavía está muy viva.Fuente goal.com
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Un Real Madrid arrollador de inicio. Andaban muchos todavía preguntándose por qué el Athletic no portaba brazaletes negros, y por qué algunos de sus aficionados necesitaban pitar durante el minuto de silencio en memoria de Luis Aragonés, cuando el equipo blanco llevaba ya dos disparos en San Mamés. El mejor anticipo posible del animoso partido que estaba por venir. Los blancos robaban el balón en campo contrario y salían como centellas. Ronaldo y Di María probaron a Gorka antes de que se cumplieran noventa segundos siquiera, para que unos minutos más tarde Jesé dejara un serio aviso tras levantarle las pegatinas a Mikel Rico en la banda derecha.
Aduriz cambia el guión de la primera parte. Sólo un cuarto de hora le duró el dominio a los blancos, eso sí: el tiempo que tardó Aduriz en hacer dos jugadas individuales que levantaron el ánimo de los rojiblancos. Una de ellas la desbarató Sergio Ramos in extremis, y en la otra, el delantero local envió fuera su disparo en el mano a mano con Diego López. Un minuto más tarde, a Muniain le faltaron treinta centímetros de pierna tan sólo para alcanzar un centro lateral en boca de gol. Y ya fue cuando definitivamente el Athletic se hizo dueño y señor del partido, impidiendo a los blancos salir siquiera de su propio campo a base de su ya clásica intensidad y una más que depurada clarividencia con el balón en los pies.
Jesé firma su triplete dorado. Algo debió pasar en el vestuario merengue durante el descanso. Llámenlo Ancelottina, o como quieran. Pero el caso es que el Real Madrid salió con su cara más batalladora en la segunda parte. El Athletic había planteado un partido físico e intenso, y en lugar de refugiarse en las faldas de Ayza Gámez como por momentos pareció, los blancos aceptaron el envite, remangándose las mangas. Y desde ahí fue como los visitantes recuperaron el control del partido. Modric, Benzema, Di María y Ronaldo –en fuera de juego- probaron a Gorka Iraizoz, y a los veinte minutos de la segunda parte fue cuando el cántaro acabó rompiéndose. Benzema abrió en profundidad a Cristiano, que centró en lugar de disparar para que Jesé rematara en boca de gol, poniendo el 0-1 en el electrónico. Ya marcó en Camp Nou, también en Mestalla, y ahora en San Mamés ya conocen también cómo se las gasta el ‘20’ merengue.
Ibai Gómez y Ayza Gámez devuelven las riendas al Athletic. Fue apenas en un minuto. Rondaba la media hora de la segunda parte y el Real Madrid apenas había disfrutado de su ventaja durante ocho minutos. Ibai acababa de saltar al campo, y la primera vez que tocó el balón, lo reventó. Empalmó al primer toque un rechace a una falta y su chut atravesó todo el área de forma fulgurante para colarse en la portería blanca tras tocar en el palo. El primer gol que encajaba el Real Madrid en todo el 2014, y en el peor momento posible. Máxime cuando, apenas segundos después, Ayza Gámez expulsó a Cristiano Ronaldo en un lance un tanto discutible. El luso reclamaba una falta, Gurpegui se lo recriminó a cuatro centímetros de la cara, y el ‘7’ le tocó la jeta. Uno hizo aspavientos, encima llegó también Iturraspe por detrás a encararse con el luso, y al final fue Cristiano el que terminó expulsado. Muy discutible el listón que puso el trencilla en un partido que nunca fue de guante blanco precisamente. Demasiado castigo quizás en un partido donde volaron patadas por ambos bandos.
Acoso sin frutos. La expulsión le dio alas al Athletic en el último cuarto de hora de partido, como no podía ser de otra manera. Ibai todavía pudo marcar un gol parecido al que ya anotó, pero su volea esta vez sí la detuvo Diego López. Y fueron varios los avisos que lanzó el equipo rojiblanco al gallego mientras Ancelotti daba minutos a los Morata y Varane. Sea como fuere, supo cerrarse el Real Madrid para, ya que no podía sumar los tres puntos que le dieran la segunda plaza, al menos sumar uno que le mantuviera de lleno en la carrera por el título. Esta Liga todavía está muy viva.Fuente goal.com
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