Inglaterra consiguió derrotar a Dinamarca en el amistoso que se disputaba esta noche en Londres. Última prueba antes de que Roy Hodgson decida la lista de 23 que volarán hacia Brasil el próximo mes de junio. 29 jugadores a su disposición y un once cargado de futbolistas del Liverpool. Nada menos que cinco –Gerrard, Johnson, Sterling, Sturridge y Henderson – en el once inicial de los Pross. Era la oportunidad de los ingleses de redimirse ante su afición, que había visto como el combinado nacional había caído derrotado en los últimos dos amistosos disputados en Wembley.
No gozó de demasiada emoción un primer tiempo soso, sin apenas alternativas entre uno y otro equipo. Inglaterra disfrutó de la mayor parte de la posesión durante toda la primera mitad, con Gerrard como batuta mientras Henderson, Wilshere y Rooney se filtraban entre líneas para romper las marcadas líneas de los daneses. Sin demasiadas opciones de hacerlo, el mayor peligro de los Pross llegó gracias a las internadas por banda de sus dos laterales. Glen Johnson y Ashley Cole (sorprendentemente titular) demostraron que la entrada por sorpresa aprovechando los desplazamientos de Gerrard puede ser una de sus armas principales en Brasil.
Antes de llegar las ocasiones de los ingleses, la más clara la tuvo Dinamarca. Jugada de Krohn-Dehli y el balón que llegaba a Poulsen que intentaba picarla ante Hart, pero Smalling conseguía despejar la pelota. En los minutos finales, y precisamente cuando más apareció Wilshere ofreciéndose entre líneas, llegaron las mejores ocasiones para los de Hodgson. Primero con un remate al palo a la limón entre Andersen y Sterling. Después con un disparo en el área pequeña de Sturrigde que Schemeichel sacaba prácticamente a bocajarro. El encuentro se fue al descanso con el marcador sin movimiento alguno.
Recién comenzada la segunda mitad, saltaba la noticia más esperada en los Pross. Luke Shaw hacía su debut con la selección absoluta con tan sólo 18 años, ocupando el lugar de Ashley Cole en el lateral izquierdo. Carrusel de cambios a partir de ahí, con Lallana y Welbeck entrando en lugar de Wilshere (que había sufrido una durísima entrada de Agger en la primera parte) y Rooney. Precisamente con Welbeck llegaron las mejores ocasiones rompiendo por fin el muro danés, pero el delantero del Manchester United careció de la efectividad, justo lo que se le achaca con los Red Devils.
La jugada del encuentro parecía reservada para el final, cuando Lallana decidió sacar su calidad a pasear. Recortó con la derecha, centró con la izquierda y Sturridge que cabeceaba para enviarla a guardar. Ahí murió el partido, con la satisfacción de volver a la senda de la victoria, pero con la sensación de que Hodgson tiene bastantes ajustes por hacer de cara a Brasil. Hoy había 30 jugadores con los Pross, viajarán 23, toca demostrar con sus clubes que pueden estar en el Mundial.
Fuente goal.com
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