Olympiacos Piraeus - Real Madrid
Corea, Grecia o Israel para encontrar su sitio en el Pireo y ser el gran dominador de la pintura, realizando una enorme primera parte, y es que Bryant Dunston fue una pesadilla para los interiores madrileños, con 14 puntos y 8 rebotes en la primera mitad y un total de 21, 9 y 4 asistencias. El Madrid se presentó en Grecia con menos jugadores de lo habitual, y no porque Carroll no jugase, que lo hizo de nuevo aunque testimonialmente, sino porque Mirotic, Bouroussis o Darden estuvieron desaparecidos. Aun así, después de que Olympiakos fuese ganando todo el encuentro, con Spanoulis dominando el tempo, el partido se decidió al final en quién menos tiros libres falló.
El Estadio de la Paz y la Amistad es un auténtico caldero, donde la afición en el Pireo es el sexto jugador, no podía ser menos. Pero hay jugadores que no parecen ver el entorno que les rodea, ya que Rudy y Llull respondieron con sendos triples y canastas de dos. El Olympiacos hacía daño por dentro, gracias a Dunston (11 puntos en 7 minutos) y Petway. Cinco puntos seguidos suyos abrió la primera ventaja, 20-13, ante lo cual Pablo Laso decidió meter a Sergio Rodríguez. Los jugadores griegos estaban muy agresivos, y al Madrid no le quedaba otra que tirar de tres (8 triples en el primer cuarto), algo de lo que a veces abusa el equipo blanco. Esa agresividad era escenificada por Lojeski al celebrar el triple que puso el marcador 23-15 de final de cuarto.
En el minuto trece una falta, un tapón ilegal desafortunado de Mejri, posterior pérdida y un gran mate para posterizar de Lojeski puso la máxima de 32-19, animado por el público. El que alero belga era uno de los grandes ausentes en lo que va de eliminatoria, no así en este partido. Otro de los ausentes, en este caso por lesión, era Jaycee Carroll, que volvió a jugar (tres minutos) después de un mes sin hacerlo. Spanoulis no aglutinó el juego en su persona (aún así buenos números en la primera parte, 8 puntos y 3 asistencias) pero leía el juego a la perfección para dar ventajas a su equipo.
El partido estaba muy caliente, y una dura falta de Collins a Rudy se saldó en antideportiva, mas técnica a Collins y a Sergio Rodriguez. Por dentro, la salida del sempiterno Felipe Reyes solucionaba parte de la falta de ideas ofensivas de su equipo, y redujo la diferencia a menos de diez puntos, 36-27, y tras otro rebote ofensivo, rodeado de tres jugadores más altos que él, dejó el Madrid a siete. Sin embargo, un poderosísimo mate de Dunston volvió a dejar las cosas como estaban, 13 puntos y 7 rebotes ya para el pívot estadounidense contra el que Slaughter acabó desquiciado. Pero, a partir de una mejoría en la defensa blanca, Rudy, con su indefendible suspensión hacia atrás, encestó una canasta final para mantener intactas las opciones visitantes y el partido se fue al descanso con un marcador de 45-38.
Imparable. Ese es el adjetivo que debieron pensar los jugadores de Bartzokas cuando Rudy metió su tercer triple, de cuatro, lejísimos del aro, para poner el 49-47. Las siguientes jugadas fueron de asestar golpes, que el otro equipo respondía con otro golpe. Del dos más uno de Lojeski, al robo y enorme pase de Rudy para mate de Darden, terminando con un tiro complicado de Spanoulis. El Oly mantenía su renta de en torno 5-10 puntos.
En los bloqueos era frecuente que los interiores griegos defendiensen a los pequeños blancos, pero el Madrid, sobre todo Sergio Rodríguez no era capaz de sacar ventaja. Sin embargo, un parcial de 3-9 del coraje blanco y del Chacho empezando a mostrar repertorio dejó el partido a uno (68-67).
Pablo Laso, a dos minutos para el final, mantuvo a Bouroussis mirando desde el banco, con Slaughter saliendo a defender a Dunston, pues mejoró respecto al segundo cuarto. A cuarenta segundos para el final, un canastón de Sergio Rodríguez puso al Madrid por delante tras muchísimos minutos (73-74). Printezis apenas llevaba dos puntos, pero no le tembló la mano para encestar un triple. Bartzokas tomó la decisión de hacer falta y Laso eligió a Reyes, que falló el segundo. Para extrañeza en partidos a este nivel, Petway falló los dos tiros. Con uno abajo y diez segundos, el balón fue para Sergio Rodríguez, parado en falta, que falló otro tiro libre más, convirtiendo el segundo para empatar a 76. Pablo Laso prefirió hacer falta, y en este caso Sloukas metió los dos. Con el último balón, Spanoulis no dejó tirar a Llull, que erró el primero, tiró a fallar el segundo sin coger el rebote, 78-76 y habrá cuarto partido. Fuente solobasket.com
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