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El Arsenal volvía a presentarse ante su afición después de la
derrota el miércoles pasado ante el Schalke04. El equipo de Arsene
Wenger, que partía cómo noveno en la clasificación, a diez puntos ya del
líder, estaba obligado a ganar y dar una buena imagen a su afición si
no quería descolgarse de la lucha por los puestos punteros.
La noticia del día, y probablemente del año para la afición ‘gunner’,
la conocíamos una hora antes del inicio del partido, cuando se hicieron
oficiales las alineaciones. Jack Wilshere volvía a enfundare la
elástica del Arsenal. Habían pasado 581 días desde el último partido
oficial de Wilshere. Wenger sabía que el ambiente iba a estar algo en
contra por las dos últimas derrotas, y decidió dar una alegría a los
aficionados que se acercaron al Emirates. Por fin verían de nuevo a su
estandarte, a su joven estrella inglesa.
En frente, un QPR que se ha reforzado mucho en verano con jugadores
de calidad, pero que aún no había conseguido buenos resultados, y
llegaba al Emirates con sólo 3 puntos en ocho jornadas y como farolillo
rojo de la Premier League.
Wenger no sólo incluía la novedad de Wilshere en el once. También
volvía el lateral francés Bacary Sagna, y Giroud le ganaba el puesto a
Gervinho después de unos cuantos malos partidos del costamarfileño.
Los primeros 45 minutos fueron de total dominio para los locales. Y
es que con un centro del campo formado por Wilshere, Arteta y Cazorla,
es difícil no tener el control del balón. El Arsenal ganará mucho con la
vuelta del inglés, pero aún es pronto para que el joven centrocampista
de todo su potencial. Cazorla no aparecía y Wilshere lo hacía desde muy
atrás. Muy poco juego de los ‘gunners’ en la primera mitad, sólo algunas
llegadas de Podolski y Ramsey creaban peligro a la portería de Julio
César.
El Arsenal empezó la segunda mitad igual que la primera, mucho
dominio pero pocas oportunidades. El equipo era muy predecible, y arriba
ya no está Robin Van Persie para convertir las pocas ocasiones en gol.
El Arsenal necesitaba un cambio para dar la vuelta a la situación, y a
veinte minutos para el final entraron Walcott y Gervinho en busca del
gol.
Los ‘gunners’ sabían de sus necesidades, y acosaron la portería de
Julio Cesar en los últimos minutos. En el 77, Cazorla tuvo la más clara
del partido en un rechace que quedó muerto en el punto de penalti, pero
el asturiano envió el balón inexplicablemente arriba. El Emirates
empezaba a temer que otra temporada más, su equipo se descolgaría de los
puestos de arriba demasiado pronto.
Pero a diez minutos para el final, el QPR se quedó con un jugador
menos por una acción estúpida de Mbia, que le propinó una patada sin
sentido a Vermaelen. El Arsenal seguía buscando el gol a la desesperada,
hasta que finalmente, en el minuto 84 Arteta adelantaba a los locales
en una jugada loca en el área de Julio Cesar. Aun así, el Arsenal aún
tendría tiempo para sufrir, y es que Granero tuvo una gran oportunidad
de empatar en el último minuto, y en la siguiente jugada Mannone salvó a
los ‘gunners’ de otro tropiezo.
Con esta victoria, el equipo de Wenger puede coger un poco de aire y
acercarse un poco más a su objetivo en la Premier League. Aun así, los
‘gunners’ evidencian que tienen mucho que mejorar para satisfacer a su
afición. Aunque todo será más fácil con la vuelta de Jack Wilshere a los
terrenos de juego.
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