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Granada y Real Madrid se vieron las caras esta noche (22:00) en el estadio Los Cármenes, con sorpresa como resultado final, al imponerse los andaluces por la mínima con un gol en propia puerta de Cristiano Ronaldo.
El partido empezó con intensidad local y las líneas algo separadas de los blancos, pero con mucha verticalidad. Las primeras opciones en ambas áreas llegaron en saques de esquinas sin consecuencias. El juego era nulo y ambos equipos buscaban el contrataque y la velocidad, y en una jugada en que Arbeloa rompió el fuera de juego, a punto estuvo de marcar el Granada, pero el propio lateral evitó el gol. Sin embargo, en el saque de esquina, Cristiano Ronaldo desvió el balón al fondo de su portería, haciendo saltar la sorpresa.
El Real Madrid intentó reaccionar al golpe con poco juego. Un par de faltas que el portugués mandó fuera y los intentos entre líneas de Di María y Modric no suponían mayor apuro para Toño. Los locales, por su parte, seguían ordenados atrás y saliendo con velocidad, gracias a Nolito, Torje e Ighalo. Con pocas opciones más se llegó al descanso.
En la segunda mitad, Jose Mourinho lavó la cara al equipo con las entradas de Karim Benzema y José Callejón, sentando a Gonzalo Higuaín y Sami Khedira. El Real Madrid siguió intentándolo. Un centro al que no llegó Benzema y un disparo de Ronaldo que Toño envió a la esquina fueron las más claras del primer cuarto de hora de la reanudación. Los locales seguían a lo suyo e Ighalo tuvo un remate de espuela que salió rozando el palo de Diego López en el minuto 60.
El Real Madrid no conectaba y Ronaldo hacía la guerra por su cuenta, topando una y otra vez con el muro nazarí. La entrada de Marcelo apenas desencadenó cambios en el juego. Debutó también Diego Buonanotte con el cuadro andaluz, dando descanso a un trabajador Aranda. El Granada se creció con el paso de los minutos, sintiéndose seguro y con opciones, arropado por un estadio lleno de ilusión.
En el minuto 83, Callejón robó un balón y encaró a Toño, que aguantó bien. El rechace le cayó a Benzema, que con el meta en el suelo, envió el balón incomprensiblemente fuera. Los blancos lo intentaron hasta el final, pero la zaga granadina y el trabajo de Rico impidieron que el equipo de la capital lograra ni siquiera puntuar, completando otra decepción liguera más.
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El partido empezó con intensidad local y las líneas algo separadas de los blancos, pero con mucha verticalidad. Las primeras opciones en ambas áreas llegaron en saques de esquinas sin consecuencias. El juego era nulo y ambos equipos buscaban el contrataque y la velocidad, y en una jugada en que Arbeloa rompió el fuera de juego, a punto estuvo de marcar el Granada, pero el propio lateral evitó el gol. Sin embargo, en el saque de esquina, Cristiano Ronaldo desvió el balón al fondo de su portería, haciendo saltar la sorpresa.
El Real Madrid intentó reaccionar al golpe con poco juego. Un par de faltas que el portugués mandó fuera y los intentos entre líneas de Di María y Modric no suponían mayor apuro para Toño. Los locales, por su parte, seguían ordenados atrás y saliendo con velocidad, gracias a Nolito, Torje e Ighalo. Con pocas opciones más se llegó al descanso.
En la segunda mitad, Jose Mourinho lavó la cara al equipo con las entradas de Karim Benzema y José Callejón, sentando a Gonzalo Higuaín y Sami Khedira. El Real Madrid siguió intentándolo. Un centro al que no llegó Benzema y un disparo de Ronaldo que Toño envió a la esquina fueron las más claras del primer cuarto de hora de la reanudación. Los locales seguían a lo suyo e Ighalo tuvo un remate de espuela que salió rozando el palo de Diego López en el minuto 60.
El Real Madrid no conectaba y Ronaldo hacía la guerra por su cuenta, topando una y otra vez con el muro nazarí. La entrada de Marcelo apenas desencadenó cambios en el juego. Debutó también Diego Buonanotte con el cuadro andaluz, dando descanso a un trabajador Aranda. El Granada se creció con el paso de los minutos, sintiéndose seguro y con opciones, arropado por un estadio lleno de ilusión.
En el minuto 83, Callejón robó un balón y encaró a Toño, que aguantó bien. El rechace le cayó a Benzema, que con el meta en el suelo, envió el balón incomprensiblemente fuera. Los blancos lo intentaron hasta el final, pero la zaga granadina y el trabajo de Rico impidieron que el equipo de la capital lograra ni siquiera puntuar, completando otra decepción liguera más.
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